Hirsi Ali, Ayaan

Nació en Mogadiscio, Somalia, en 1969. Hija de Iris Magan, el líder político que, enfrentado al dictador Mohamed Siad Barre, se vio obligado a exiliarse a Kenia, Ayaan recibió en aquel, su primer país de acogida, una educación islámica ortodoxa y sufrió en sus carnes la traumática experiencia que como un mal endémico se ceba en la mayoría de las mujeres musulmanas en su más tierna infancia. Con apenas 20 años, huyendo de una boda concertada con un primo lejano, recaló en Holanda, donde inició los trámites de asilo, aprendió el idioma en un tiempo récord y cursó estudios de Ciencias Políticas. Por aquel entonces compaginó su trabajo en una agencia de traducción e interpretación con su labor para el servicio de inmigración, e impartió charlas en casas de acogida para mujeres musulmanas. En 2001 Ayaan se incorporó a la Fundación Wiardi Beckam, organización tutelada por el PvdA, el Partido Socialdemócrata. A partir de entonces empezó a labrarse una reputación en pro de la defensa de los derechos de la mujer en el ámbito musulmán y vertió sus críticas hacia el islam y sus preceptos, que sumen a la mujer musulmana en un estado de presión y sumisión que raya en la esclavitud. La elocuencia y claridad de sus ideas causaron un enorme revuelo en todo el mundo islámico, recibió amenazas de muerte y durante su exilio en Estados Unidos decidió abandonar las filas del PvdA para ingresar en el VVD, el Partido Liberal. Tras su regreso a Holanda, en 2003 fue elegida diputada al Parlamento holandés, y desde su escaño ha seguido denunciando la opresión de la que es objeto la mujer musulmana.