Es un linguista, filósofo, historiador, crítico y teórico literario búlgaro de expresión francesa, nacido en Sofía, Bulgaria en 1939, hombre de las dos Europas que ha vivido también en Estados Unidos. Se educó en la Bulgaria comunista y totalitaria, se define a sí mismo como un "hombre desplazado": ha partido de su país de origen y tiene una mirada nueva y sorprendida respecto del país de llegada. Desde esa perspectiva enriquecida habla aquí de la verdad, el mal, la justicia y la memoria; del desarraigo, del encuentro de culturas y de las derivas de las democracias modernas. Repasa su vida en Bulgaria y Francia, su amor por la literatura, su alejamiento del estructuralismo y del apoliticismo. Explica su humanismo crítico, su extrema moderación, su disgusto por los maniqueísmos y las cortinas de hierro. Su obsesión —quizá debida al pasaje de una nación a otra— es atravesar fronteras, saltar barreras, unir ámbitos en apariencia inconciliables, ya se trate de lenguas, culturas o disciplinas. Le interesan los puntos de encuentro, los matices, las "zonas grises". Es allí donde busca la respuesta a una única pregunta: ¿Cómo vivir?
Reside en Francia desde 1963 y es director de investigación en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS), en París. Luego de un primer trabajo de crítica literaria dedicado a la poética de los formalistas rusos, su interés se extendió a la filosofía del lenguaje, disciplina que concibió como parte de la semiótica o ciencia del signo en general. De su obra teórica destaca la difusión del pensamiento de los formalistas rusos; en sus textos historiográficos predomina el estudio de la conquista de América y de los campos de concentración, tanto nazis como de la Rusia estalinista.