Los siglos XIX y XX de la historia de España son objeto
en nuestros días de continuas publicaciones y repetidos esfuerzos de síntesis.
Precisamente por ser los años más recientes resultan los más difíciles de
historiar. Falta uno de los parámetros clave para un historiador: la
perspectiva, el paso del tiempo, que coloca los hechos en su lugar. Por otra
parte, se necesitan documentos y, éstos, se están publicando ahora.