La obra de Pilar Blanco arranca en 1944 con el debut de Luis Sánchez Polack -el futuro Tip- como meritorio en el teatro María Guerrero de Madrid. "Pocos se fijaron -escribe la autora- en un joven larguirucho que llevaba una lanza (...). Tras seis meses de meritorio obtuvo el carnet de actor profesional".
Pilar Blanco fue colaboradora de Luis del Olmo en el programa de radio "Protagonistas", en el que Tip trabajó hasta su última enfermedad. La autora se ha esforzado en reconstruir la vida de Luis Sánchez Polack a través del testimonio de sus parientes y amigos, ya que él nunca hablaba de sí mismo.
El prólogo de Luis del Olmo y un epílogo de Antonio Mingote completan el volumen.
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La obra de Pilar Blanco "Tip.
La obra de Pilar Blanco "Tip. Poeta del ingenio" tiene varios aspectos destacables. La autora recrea la vida de Luis Sánchez Polack, el hombre que vivió oculto detrás de su personaje, Tip, surrealista y excéntrico; pero también nos transporta a lo que fue el mundo del humor y el espectáculo desde la postguerra española hasta fin de siglo.
Aquí encontramos a los dibujantes y humoristas que se iniciaron en "La Codorniz"; el entrañable cine de humor de los años cincuenta y sesenta; el mundo de la radio, con sus locutores y sus novelas radiofónicas, y, por último, la aparición en España de la pequeña pantalla, la televisión, en la que también los humoristas tuvieron un lugar. Tip participó en todo ello y en la transformación que, con el paso de las décadas, hizo del humor y el espectáculo instrumentos de cambio y transformación social.
Pilar Blanco nos recuerda a los humoristas que formaron pareja con Luis Sánchez Polack: Joaquín Portillo, Top, del dúo Tip y Top y sobre todo José Luis Coll de Tip y Coll, con el que Luis compartió gran parte de su carrera profesional como humorista. Son innumerables los actores, actrices, dibujantes, periodistas y personajes públicos que se citan en el libro, algunos de los cuales dan testimonio sobre Luis Sánchez Polack. Por citar a dos recordaremos a Miguel Durán, Presidente de la ONCE y de Tele 5, al que Tip llamaba el jodío ciego -lo és realmente- con gran regocijo del aludido. También se recuerda el episodio en el que don Juan de Borbón desafió a Tip a jugar a los chinos. Y es que un hombre de bares es un hombre de "chinos".
Luis fue un hombre de bares y en ellos tenía su segunda casa. En la cervecería "La Cruz Blanca", de Madrid, veló sus primeras armas cerveceras con actores y compañeros de la radio. En la última época de su vida había que ir a buscarle a Casa Sixto. La vida personal y familiar de Tip fue difícil; su matrimonio con Lola Prados fracasó y el hijo que tuvieron, al que Luis llamaba "Pelotilla", murió a la edad de seis años. Es el tópico de la tristeza interior de aquel que hace reir a los demás, y que en el caso de Tip sólo afloraba de madrugada, con sus amigos más íntimos y después de tomar unas copas.
A los cincuenta y siete contrajo nuevo matrimonio con Amparo Torres Bosch, valenciana como él, con la que, según confesión propia, vivió años de intensa felicidad. Luis trabajó hasta el final de su vida. En junio de 1998 realizó su última intervención radiofónica; días más tarde sufrió un derrame cerebral que le tuvo postrado durante ocho meses. Falleció en Madrid el 8 de febrero de 1999.
"A Tip -concluye la autora- le han comparado con los más grandes humoristas: Groucho Marx, Chaplin ..., pero los superó en muchos aspectos. Tip era único porque era genuino. Su humor era fresco, espontáneo, sorprente, disparatado, mágico. Porque Luis regalaba sonrisas como otros dan tarjetas de presentación. Nunca le falló a un amigo y, sorprendentemente, no se le conocen enemigos. Fue, en el más amplio sentido de la palabra, un hombre bueno". No le importaba el dinero, era religioso, de derechas (con perdón) y leía el ABC.
El libro se lee muy bien y tiene interés para los interesados en los medios de comunicación y el espectáculo en España, durante la época citada.