Un monstruo en el armario
Jorge, junto a las hermanas Chiuchí y Alfonso, son los protagonistas de una aventura que comienza con las típicas riñas infantiles en que los niños presumen de algo que tienen. En este caso el motivo son sus abuelos: todos los amigos de Jorge tienen un abuelo que parece un "genio", saben hacer algo espectacular que deja asombrados y entusiasmados a los niños. Sin embargo, Jorge ni siquiera sabe si tiene abuelo, lo que le sitúa en un puesto inferior con respecto a sus amigos.
Tras haber hecho una serie de inocentes preguntas con "dobles intenciones" para saber más sobre su abuelo, un buen día decide mandarle una carta. Su sorpresa es grande cuando recibe en un telegrama una respuesta de su abuelo anunciándole su visita desde Argentina.
El abuelo, para su decepción, parecía un tanto extraño, y no sabía hacer, según los niños, nada interesante en comparación con los demás abuelos. Un punto que también denotaba extrañeza en él era que escondía algo en su cuarto y no les dejaba entrar.
Los niños se saltaron la prohibición y entraron, encontrándose con una grata sorpresa que les hizo cambiar por completo su visión sobre él descubriendo que el abuelo de Jorge era un genio y destacaba en algo de su vida.
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VALORES QUE PROPONE EL LIBRO
Se trata de una novela infantil de intriga y aventura. En un ambiente de pandilla, entre amigos, cada uno va descubriendo en sus abuelos algo especial. Los abuelos parecen tener una sabiduría que les convierte en “genios” a la vista de sus pequeños nietos de nueve años.
Toda la historia constituye un elogio a los abuelos en un sociedad en la que muchas veces no se les valora lo suficiente. La sabiduría de la vida que han ido recogiendo en el transcurso de los años es lo que realmente les hace “genios” a los ojos de los chiquillos. La lectura de este libro encaminará a los niños a darse cuenta del tesoro que son nuestros mayores, de quienes podemos, y debemos, aprender tanto.
Se descubre también el valor de la amistad, tan importante a estas edades: el deseo de compartir todo entre los amigos, el deseo de divertirse juntos de un modo sencillo y sin grandes juguetes (con una pajarita de papel… como será uno de los ejemplos del libro). Aparecen situaciones típicas de esa edad, que se viven con gran generosidad y alegría, sin enfadarse por nada.
ACTIVIDADES LÚDICAS
1. Mandarles buscar información (datos, fotos, etc.) sobre sus abuelos. Quizá haya niños que no les conozcan y tengan que hacerlo a través de sus padres… Buscamos con esto que se den cuenta de la importancia de esta figura en la familia. También les diremos a los que aún conserven a sus abuelos que les pidan que les cuenten alguna historia de cuando ellos eran pequeños (o de lo que se acuerden) para que luego los alumnos la pongan en común en clase. Dedicaremos una clase entera a poner en común este trabajo realizado: mostrar las fotos, contar anécdotas sobre sus vidas…
2. Para fomentar la creatividad de los alumnos, a raíz de la lectura del libro, les pediríamos que escribiesen qué cosa extraña y extraordinaria esconderían ellos en un armario (como Antonio, el abuelo de Jorge).
Leticia Gómez Osborne