Un hombre cualquiera mata un día a su mujer en un arrebato de pasión. En principio, le acogen con simpatía los psicoterapeutas que las instituciones judiciales le adjudican para «ayudarle», en una sociedad que niega la responsabilidad individual y que procura borrar en él toda memoria. Despojado de las bases mismas de su existencia, el hombre va enloqueciendo en su frustrado intento de probar a los que supuestamente le ayudan que sí es culpable, que sí se hace responsable de sus actos.
Comentarios
Obra que pretende ser muy intelectual y premonitoria del futuro control de lo más íntimo del hombre por el Estado. ¿A qué suena esto?. Sin embargo, en vez de conseguir lo que el autor pretende, solo consigue machacar, aburrir y agobiar a los lectores. Muy pesada. Con el tiempo tan escaso que hay para leer, mejor escogeger otro título.