Un intruso en mi cuaderno

Mariano, un niño de 9 años, vive feliz y sin complicaciones, hasta que un día descubre una mariposa pintada en su cuaderno. Cada día, al volver del recreo, encuentra dibujada en su cuaderno de trabajo una mariposa distinta. Intrigado, hace averiguaciones entre sus compañeros y por fin logra descubrir la identidad del misterioso dibujante.

La obra narra la historia de la amistad surgida tras este descubrimiento, que para el protagonista supone su primer contacto con la enfermedad y el sufrimiento.

Premio de la CCEI 2013 y Premio Ala Delta 2012

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2012 Edelvives
120
9788426386045
Ilustrador: Rafael Vivas Bilbao
 
 

 

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Imagen de amd

Si dispones de poco tiempo para la lectura, este libro es una preciosa alternativa: para un viaje corto, una tarde de piscina o un té tamaño grande. Un relato divertido y, a la vez, delicado, emotivo e inocente, para todos los públicos (niños, jóvenes y adultos), porque habla de un tema que a todos nos interesa: la felicidad.

Todo empieza cuando un buen día como otro cualquiera, el niño Mariano descubre una mariposa dibujada en una de las hojas de su cuaderno. Intrigado por quién la habrá puesto allí, decide iniciar una investigación que, irremediablemente, le lleva a vivir una gran aventura: no solo gana un amigo nuevo, sino que logra un nuevo mundo interior. Junto a las mariposas, en la vida de Mariano irrumpen muchas cosas de las que a veces no somos conscientes en la infancia, como la fortaleza de espíritu, la verdadera esperanza, la ilusión, el dolor o la enfermedad.

Como resultado, esta historia nos enseña lecciones maravillosas: que nuestro gran tesoro es quien nos ama desinteresadamente, que junto a quienes amamos podemos crear una fuerza y valor indestructibles, y que solo hay que querer creer, y ver que la vida tiene sentido más allá de nosotros mismos y nuestras circunstancias personales.

Suavemente dibujado, sencillamente escrito, lo más probable es que su lectura, como a mí, te haga sentir un nudo en la garganta y alegría en el corazón al cerrar sus páginas  (Ana María Ortega Díaz).