Lo-ruhama. No compadecida.

Es una novela histórica ambientada en un período histórico convulso para el pueblo de Israel, cuyas implicaciones espirituales llegan hasta la actualidad. La novela está basada en un episodio narrado en la Biblia, concretamente en el libro del profeta Oseas. En el siglo VIII a.C. el pueblo de Israel vive una época de prosperidad material bajo el reino de Jeroboam II, a la vez que vive en una decadencia moral y espiritual, habiéndose alejado de la torah de Dios, adorando a dioses paganos.

En este contexto, Oseas desarrolla su ministerio profético, denunciando la situación espiritual del pueblo y el peligro de que el juicio de Dios cayese sobre Israel. Bajo el lema “misericordia quiero y no sacrificio”, denuncia la hipocresía de un pueblo que vive alejado de la voluntad de Dios. En medio de esta situación, Oseas recibe el mandato de Dios de casarse con Gomer, una mujer que resultará ser una adúltera y ramera. 

El título de la novela hace referencia al nombre de la primera hija de Oseas y Gomer, pero no porque Lo-ruhama sea la protagonista de la historia, sino porque su significado, “no compadecida”, ilustra a la perfección la situación de juicio bajo la que se va a encontrar el pueblo de Israel por su desobediencia.

El padre de Gomer acepta la petición de Oseas para casarse con su hija. Ésta se muestra reacia en un principio, entre otras cosas por la diferencia de edad, pero acepta finalmente movida por un impulso que no sabe explicar muy bien y convencida de que se encuentra ante un hombre diferente al resto. Pero Gomer caerá ante la seducción de una vida de vicio y lujo que le promete conseguir todo lo que desea, pero será una trampa engañosa que la llevará a tocar fondo de forma fatídica.

Oseas, un hombre recto y seguidor de la Torah, se sentirá traicionado por la actitud de su mujer y por un Dios que le ordenó casarse con ella, aún sabiendo que se iba a convertir en una prostituta. A partir de aquí, asistimos a una emotiva historia de amor y de redención que conmoverá al lector, planteándonos una pregunta trascendental, ¿hasta dónde estamos dispuestos a perdonar?

Pero el libro se convierte en una historia más impactante aún cuando descubrimos que la situación de Gomer ilustra no sólo el comportamiento del pueblo de Israel en aquella época, sino de toda la humanidad ante Dios. Somos seres que hemos traicionado la confianza y el amor de Dios y, al igual que anuncia Oseas, el juicio de Dios se cierne sobre nosotros. Pero la gran noticia es que estamos ante un Dios que nos ofrece su amor y su misericordia sin límites, tal y como refleja la historia de Oseas y Gomer.

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Comentarios

Imagen de Rubito

Como todos los libros de este autor, se lee con facilidad, es distraido y toca temas trascendentes. El sufrimiento de Oseas ante la decisión de su esposa es enorme y lo lleva en silencio con los hombres pero en contínua conversación con Dios. Se recomienda una cierta precaución al leer los diálogos y sus resultados ya que, en ciertas ocasiones, el autor arrima la lumbre a su vela, a su forma de pensar, a sus creencias, que no son las católicas. Por lo demás resulta gratificante que toque el tema del aborto, concretado en Gomer, la mujer de Oseas, y los enormes traumas que deja de tal forma que casi la lleva a su total destrucción de no mediar la bondad de Oseas.