Los autores desnudan su alma y su vida como pocas personas se atreverían a hacerlo. Dos historias cargadas de dramatismo y dolor que confluyeron el día de su encuentro. El amor entre ellos surgió enseguida, pero convertirlo en matrimonio fue un camino plagado de espinas. Y entre medias, un acontecimiento inesperado: la conversión religiosa de ambos.
José María Zavala y Paloma Fernández nos ofrecen una historia de transformación interior y fe en Dios en las circunstancias más adversas. Una historia guiada, con detalles deslumbrantes, por un santo, San Pío de Pietrelcina, el Padre Pío al que Zavala consagró uno de sus libros más queridos. En estas páginas descubrimos que tenía muchas razones para escribirlo.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2014 | Libros Libres |
225 |
978-84-15570-43 |
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Resulta aleccionador también
Resulta aleccionador también observar la importancia de la formación cristiana recibida en su familia y el colegio por parte de ambos pues, aunque la vida les haya golpeado con el sufrimiento a causa de sus malas decisiones, apartándose de los sacramentos, lo reconocen y sobre todo no abandonaron la fe sencilla de los pequeños. Aun dando tumbos y estando desorientados no dejaron de rezar, uno y otra, antes de conocerse y después, hasta volver a la práctica de la fe y estrenando el sacramento de su matrimonio como camino de santidad. Por eso cuando Dios les da otra oportunidad pueden nacer de nuevo y estallar de felicidad. Y así lo relatan, si el lector tiene paciencia para seguirlos. Y por eso, quienes hoy viven una situación parecida, con matrimonios rotos o situaciones irregulares, o quienes les aconsejan -como sacerdotes, familiares o amigos-, pueden comprobar en esta historia en paralelo que Dios no abandona a nadie que reconoce sus pecados y que reza. Desde esta realidad vivida por este matrimonio se comprende que la pastoral con los divorciados y su admisión a los sacramentos no se soluciona con buenismo, con atajos, ni cambiando la doctrina, sino con la asunción de las propias responsabilidades, con la sinceridad de una conciencia recta y por la paciencia confiada en la Iglesia.
A corazón abierto y con buena
A corazón abierto y con buena pluma se alternan en los capítulos para relatar el largo proceso de su camino al matrimonio en santidad de vida. La Providencia aparece tantas veces en sus vidas como para tomárselo en serio. Y el dolor les acerca a la Cruz con la ayuda inestimable del Padre Pio, conocido por medio de unos amigos y llegando a conocerle, en un periplo jalonado de espinas y rosas, de ayudas claras de la gracia y de asechanzas del demonio. La fuerza del santo italiano, el discernimiento sus almas, junto a su oración y expiación, les condujo directamente al nuevo encuentro personal con Jesucristo. Ése es el juego del amor, que sustentará su amor matrimonial.