Belgravia

Novela romántica, con ciertos toques propios del género de folletín, como puede ser la temática amorosa unida al misterio, al suspense y a lo escabroso (engaños, secretos, adulterios, chantajes); de hecho, conviene recordar que el autor de esta obra es el creador y guionista de la célebre serie “Downton Abbey”, emitida recientemente en televisión. En esta ocasión, la trama es lineal y sencilla, aunque las coordenadas espacio-temporales se concretan en dos momentos diferentes: la acción comienza en Bruselas en el año 1815, en la víspera de la batalla de Waterloo; pero la mayor parte de la trama se desarrolla en 1841, ambientada en Londres durante la época victoriana; así pues, han pasado veinticinco años, los personajes han madurado, han envejecido, pero siguen marcados y condicionados por los hechos del pasado.
Belgravia, nombre que da título a la novela, es un barrio situado en el centro de Londres, conocido por sus lujosas propiedades residenciales (actualmente, sigue siendo uno de los más ricos y exclusivos del mundo). Comenzó a construirse y a desarrollarse en la década de 1820, tomando la zona este nombre de uno de los títulos subsidiarios del Duque de Westminster, el “Vizconde de Belgrave” (un pueblo de Cheshire). Sus lujosas mansiones blancas, de grandes terrazas, fueron las casas preferidas por la alta aristocracia y se convirtieron en el símbolo de su poder y de su riqueza. Así pues, Belgravia se identifica con esta clase social y su forma de vida: “Las recepciones y las fiestas de los salones aristocráticos eran la visión de la frivolidad, la cháchara, las ropas, los diamantes… solo servían para ilustrar el sinsentido de la existencia humana” (pp. 160-161).
En definitiva, se trata de una novela lineal, de lectura fácil y amena, en la que partiendo de unos personajes y hechos históricos se presentan los distintos estamentos de la sociedad londinense de principios del siglo XIX: la vida aristocrática en sus célebres salones (como anécdota, la séptima Duquesa de Bedford en 1830 instauró la costumbre de servir un poco de té y un refrigerio ligero entre las 3 y las 5 de la tarde), la burguesía adinerada que busca un lugar preferente entre la nobleza, las tensiones y enfrentamientos entre la servidumbre (unos criados ambiciosos, mezquinos, chantajistas; otros leales y fieles a sus señores hasta el final). Con un lenguaje fluido y elegante, en el que destacan los diálogos, Julian Fellowes habla de los secretos de familia, de los matrimonios de conveniencia, de la falta de moral (con un tacto exquisito aun en las escenas que pudieran resultar más escabrosas), de la envidia y de la traición, es decir, todas aquellas pasiones intemporales que perviven en el hombre y en la literatura desde siempre.

Siglo XIX en Inglaterra. Las relaciones entre las clases sociales. En Londres se construye un barrio nuevo y moderno para la época, Belgravia, al que acuden familias de alto "standing", aristócratas, que son la envidia de otras que proceden y se han enriquecido a partir del comercio y los negocios.

La narración comienza en las horas anteriores a la batalla de Waterloo, en Bruselas, donde se celebra un baile de gala en honor al duque de Wellington. Nada hacía presagiar que Napoleón estaba ya a las afueras de la ciudad. Y aquella sería una de las noches más trágicas del momento. Con el toque de queda, muchos de los jóvenes abandonan el baile para ir al campo de batalla.

De ahí pasamos a Londres años después.

La sociedad británica vive encorsetada en un sistema que les ha sido dado.Y  que origina desigualdades e injusticias que nadie se atreve a enmendar. Por ejemplo, todo lo hereda el mayor, y esto conlleva las envidias del hermano menor, que no entiende porqué, por un mero accidente cronológico, el mayor vive espléndidamente y él tenga que pedirle dinero y aguantar sus humillaciones (188). Claro que no hace autocrítica de porqué siempre lo pierde todo por el juego. Se sueña con heredar.

Un día llega a la ciudad Charles Pope, joven e inteligente, emprendedor y muy trabajador, procedente del mundo rural, criado por unos padres adoptivos, él Pastor de la iglesia anglicana, y que pronto empieza a recibir el apoyo inesperado que necesita para situarse.

Alrededor de este personaje se desarrolla la novela, pues, sin élquererlo, su presencia suscita por igual envidias, intriga y amores.

Muy bien escrita, y magníficamente estructurada. El autor hace un análisis sutil de todos los  caracteres y comportamientos, destacando el papelde las mujeres en la narración. Las deja en mejor lugar que a la mayoría de los hombres. Esta novela destaca, desde el punto de vista moral, entre las escritas hasta ahora por el autor. Los personajes quedan bien enmarcados en su época.

Hay enredo, ira, envidias, intriga, el juego de lealtades y deslealtades. La importancia de las apariencias: importa el qué dirán o qué van a pensar los demás. La avidez por el dinero, ascender en el rango social. La concepción -inaudita- del concepto del trabajo.

El tema del servicio doméstico donde también hay rangos, autoridad, lealtades y deslealtad.

El honor, la bondad.

El libro es muy interesante, se lee muy bien y atrapa al lector desde el principio. Gustará a quienes aprecien la literatura de la época victoriana.