Los catorce relatos que integran este volumen comparten la voz intensa y poética de Aram Garoghlanian, un despierto muchacho norteamericano de familia armenia que extrae de cada experiencia su propia lección vital. Aram recuerda su infancia y adolescencia en Fresno, California, y en sus historias dibuja un paisaje realista de matices líricos habitados por personajes de lo más pintoresco. Destaca el sentido positivo de la vida que transmite, dando una especial importancia al papel de la familia. Para ello, el autor utiliza datos autobiográficos sobre su infancia y juventud.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2005 | El Acantilado |
152 |
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En "Me llamo Aram" Saroyan
En "Me llamo Aram" Saroyan nos da una visión humorística de una familia armenia en Reno (California). La historia está narrada en primera persona y el protagonista hace constar que el grupo familiar está formado por treinta y ocho personas, entre abuelos, hijos y nietos. Corren los años veinte.
En el relato que lleva por título "El viaje a Hanford", el abuelo ha reunido al grupo para consultar si el tío Jorgi, el "tonto de la familia", debe viajar a Hanford a trabajar en la recogida de la sandía. Si la respuesta es afirmativa deberán determinar cuál de los sobrinos va a acompañarle. El tío Jorgi no es tonto exactamente, pero tiene poca iniciativa. Se pasa los días sentado a la sombra de un arbol, canta y toca la cítara. El abuelo piensa que lo que necesita es trabajar.
A nadie le ofende que se considere tonto a Jorgi, malo a Vosk o irritante a Aram. Unicamente la abuela se atreve a interrumpir y el abuelo amenaza con darle "un revés". Es un modelo de familia que hoy consideraríamos algo primitiva, pero unida. La gracia -el humor- de la actuación de la familia de Aram es que no obedece a criterios lógicos. Todos respetan los valores del clan, pero actúan según su inspiración. Ello hace que en el entorno abunden los considerados "locos", que sin embargo son aceptados y respetados.
También la disciplina en la escuela la consideraríamos primitiva. El Consejo de Educación se reúne y acuerda que un chico ha de ser castigado; el castigo consistirá en correazos en el trasero que serán propinados por el Director. En cierto lugar, cuenta el autor, como había enviado una nota a una compañera en la que escribió: "Te quiero". No hizo falta explicarle a la niña lo que era el acoso; la niña le dió la nota a la profesora, la profesora al Director y éste al niño veinte correazos. Y todo ésto lo cuenta Saroyan en clave de humor. ¡Qué tiempos y cuántos disgustos se evitaban!
Aunque es un libro sin argumento, capta la atención desde el primer capítulo hasta el último. El autor, através del protagonista, tiene la habilidad de contar con gran sentido del humor lo que acontece a su alrededor, sea positivo o negativo. Refleja la importancia que tuvieron en su adolescencia su familia y sus amigos.
Esta obra, publicada en 1940, fué el primer gran best seller internacional del autor consagrandose como maestro de la narrativa norteamericana contemporánea. Los ojos de Aram son ojos privilegiados, de observador fiel de un mundo extraño y maravilloso que desgrana y digiere cuanto le sucede y acontece a su alrededor para contar a traves de la poderosa alquímia de su palabra que, a la postre, la vida no es más que una emocionante aventura. Libro encantador que dejará feliz al lector.