La psicóloga

Novela de crimen e investigación, un thriller psicológico sobre el miedo, la soledad y la fragilidad de la memoria. Ambientada en la época actual en la ciudad de Oslo y sus alrededores, la trama se centra en el matrimonio formado por Sigurd, arquitecto, y Sara, psicóloga, ambos de unos treinta años. Se conocen desde hace cuatro años y, en ese tiempo, como pareja han tenido algunos períodos de crisis. Actualmente, viven en un antiguo chalé heredado del abuelo de Sigurd, una gran casa en obras, a medio reformar, sin terminar, quizá un reflejo de su propia situación conyugal que parece estancada. Durante el fin de semana, Sigurd queda en la montaña con unos amigos, pero el mismo viernes desaparece y el domingo la policía encuentra su cadáver en el bosque. Así pues, desde el punto de vista temporal (como es característico en este tipo de novelas), la trama se desarrolla en un corto espacio de tiempo: del viernes 6 al martes 17 de marzo, apenas doce días en los que el inspector de policía Gundersen y la propia Sara seguirán todas las pistas y darán por concluida la investigación con un final sorprendente.  

Con respecto a la voz del narrador, el relato está escrito en primera persona por la propia protagonista, la psicóloga (que da título al libro), y además en tiempo presente, de tal forma que los hechos se presentan muy cercanos al lector. Como ha afirmado la autora (también doctora en Psicología), la idea de elegir a una psicóloga como personaje principal de la obra tiene dos vertientes: la primera, poder utilizar el potencial dramático de las relaciones del terapeuta con sus pacientes, y la segunda, analizar la propia personalidad de la protagonista a través de ella misma, sus sentimientos y sus miedos. Así, efectivamente, a lo largo de la obra, resulta de gran interés el conocimiento de las consultas y las técnicas de trabajo del psicólogo; en palabras de la autora: “La terapia crea una situación social muy singular. Viene determinada por normas formales e informales muy diferentes a las que suelen regir nuestras relaciones… El terapeuta ayuda a la gente a que resuelva sus problemas, se comprenda mejor y tenga una idea más clara de los motivos que determinan sus comportamientos. Sin embargo, los psicólogos pueden adolecer de grandes ángulos muertos cuando se trata de sus propias vidas”. Así, en el libro, la ironía es que Sara ayuda a los demás, pero no es capaz de poner orden en su propia vida, de comprenderse y ayudarse a sí misma. Se halla en una situación de máxima soledad, pero también de vulnerabilidad, probablemente propiciada desde su infancia debido a la muerte prematura de su madre y al distanciamiento de su padre.

Con un estilo sencillo y vivaz, de frases cortas, con una gran carga emocional, la escritora noruega Helene Flood presenta su primera novela, llena de tensión y una enorme intriga que se mantiene hasta el final. Según asegura la autora, que ha visitado España para presentar el libro: “Con esta novela he querido tratar el tema de cómo pueden cambiar nuestros recuerdos hasta hacernos dudar de si las cosas sucedieron así o simplemente nos las imaginamos… porque nuestra memoria no puede recordarlo todo”. Una obra muy recomendable para los seguidores de este tipo de género.