Tras muchos años trabajando en una tienda, Lyle vive ahora siguiendo el ritmo de las estaciones en la granja que comparte con su mujer en un pueblo de Wisconsin. Están felices porque su hija Shiloh, madre soltera con la que mantienen una complicada relación desde su adolescencia, ha vuelto a casa con Isaac, su nieto de cinco años. Pero Shiloh está saliendo con un pastor evangélico que ejerce una enorme influencia sobre ella. Lyle teme que vuelvan a irse de casa y perderlos de nuevo.
En su tercera novela, Nickolas Butler vuelve a demostrar que es un maestro en la construcción de personajes y en la recreación de un espacio geográfico, el Medio Oeste americano, que pocos conocen mejor que él. Algo en lo que creer explora las relaciones entre padres e hijos, abuelos y nietos: una historia sobre la comunidad y la familia, y sobre lo que estamos dispuestos a hacer para cuidar y proteger a quienes amamos.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2020 | Libros del Asteroide |
352 |
9788417977160 |
Traducción de Álvaro Marcos |
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Después de leer otras obras
Después de leer otras obras de Nickolas Butler, que recrean un cierto costumbrismo rural en el Medio Oeste norteamericano, sus personas, su arraigamiento local, su código ético y el valor de la amistad, me decidí a leer este libro de Butler, en el que se mezclan todos estos temas con el del fundamentalismo religioso. La trama se basa en hechos reales, que tuvieron lugar cerca del lugar elegido por Butler para su novela, al sureste de la capital de Minessota, Saint Paul, cerca del Missisipi.
Lyle y Peg, un matrimonio ya mayor, están contentos de haber recuperado a su hija adoptiva Shiloh y al hijo de esta, Isaac, que han estado separados de la familia durante mucho tiempo. Al poco de llegar se plantea un nuevo problema: Shiloh se encuentra bajo la influencia de un carismático pastor evangélico, con el que se quiere casar, y que infunde doctrinas extremas en sus feligreses, entre los que reina una estructura cercana a la de una secta.
Junto al valor de la familia y la comunidad, juegan un papel esencial los amigos de Lyle, en especial un pastor protestante gravemente enfermo y un agricultor que cultiva manzanas con la ayuda de Lyle.
El libro trata de los lazos familiares y de amistad, de la fe, del peligro del fanatismo religioso, del miedo a la muerte y del arraigo en el propio lugar. El autor no es creyente, pero trata con respeto las creencias religiosas y su importancia en sus personajes. Me ha parecido una muy buena novela.
Novela sobre la vida
Novela sobre la vida cotidiana y familiar ambientada en un pueblo del Medio Oeste americano. La trama se desarrolla en la época actual en Redford, un pueblo pequeño de Wisconsin: “Esa es la bendición y la maldición más evidente de todo pueblo pequeño: tu familia, tus amigos, tus vecinos, tus compañeros de trabajo y tus sacerdotes parecen estar siempre contigo… Te conocen tanto como para saber si estás contento o triste, distraído o enamorado, o si estás deseando desaparecer de allí” (0. 53). El protagonista es Lyle, un hombre mayor ya jubilado, que vive con su esposa Peg en una granja. Después de mucho tiempo, ha recobrado la ilusión gracias a su nieto Isaac de tan solo cinco años. Cuando eran jóvenes, el matrimonio perdió a su único hijo Peter y, tras varios abortos, adoptaron a Shiloh recién nacida. Su relación con ella ha sido tormentosa, pero ahora su nieto les ha traído la felicidad.
La acción comienza en primavera: Lyle y su nieto Isaac están en el cementerio limpiando la tumba de Peter; de alguna manera, parece que, sin olvidar el pasado, el abuelo está recobrando la felicidad y la alegría de vivir. Así, aunque el relato está escrito en tercera persona, la acción generalmente aparece focalizada desde el punto de vista del protagonista Lyle Hovde. Tras la muerte de su hijo, Lyle había dejado de creer, había perdido la fe, pero seguía yendo a la iglesia evangélica porque allí estaba su amigo de la infancia, el pastor Charlie. El regreso a casa de su hija adoptiva, madre soltera, le vuelve a dar sentido a su vida. Sin embargo, la relación de esta con un pastor evangélico, un predicador radical de la iglesia no denominacional CLC (Coulee Lands Covenant), situada en un antiguo cine del cercano pueblo de Le Crosse, pone en peligro de nuevo las relaciones familiares y la estabilidad emocional del protagonista.
Como explica el autor Nickolas Butler, que se declara agnóstico, la novela está parcialmente inspirada en los sucesos ocurridos en Weston (Wisconsin) en marzo de 2008. El 23 de marzo de ese año murió una niña de once años por una complicación de una diabetes infantil no diagnosticada. La pequeña se había quejado reiteradamente a sus padres (pentecostalistas) de sus dolencias y, cuando entró en coma, la familia se limitó a rezar por su recuperación, sin avisar a los servicios médicos ni a emergencias. De esta forma, todos los años, mueren cientos de niños enfermos en Estados Unidos debido a que sus padres o tutores no recurren a la medicina o a la ciencia para curarlos.
Así pues, en la novela se trata especialmente el tema de la fe (de hecho, en inglés, el libro se titula Little Faith) y la radicalización de las creencias religiosas, de la que hay tantos ejemplos actualmente en Estados Unidos como ya se ha comentado, con lamentables y dramáticos resultados. Por último, hay que destacar tanto el estudio psicológico de los personajes, profundo y minucioso, como la magnífica descripción de las gentes y de la vida en un pequeño pueblo americano.