fe

El autor fue un monje cisterciense norteamericano (1923-2018), psicólogo y promotor de lo que denominó Oración Centrante. En diálogo con un miembro de Alcohólicos Anónimos, se refiere a las causas que conducen a las adicciones y sus consecuencias, a la espiritualidad en el programa de Doce Pasos de AA., las depresiones y a la oración como medio para sanar las destructivas heridas interiores.

Mauricio Wiesenthal se presenta a sí mismo como un bohemio y humanista, que en su juventud viajó por Europa y América. Cantaba en los cafés y también a aquellas mujeres a las que llegó a amar.

En Francia se hace consciente de la crisis de valores que experimenta la sociedad al abrazar el racionalismo materialista, que él ve representado por Sartre. Critica a los que se autodenominan progresistas y se atreven a condenar su fe y sus ideales, éticos y estéticos. Como ejemplo de estos últimos pone a Albert Camus.

Reunimos, por primera vez en castellano, en un volumen traducido con elegancia y precisión por Xandru Fernández, todos los poemas que se conocen escritos de puño y letra por Anne Brontë. El lector encontrará aquí un gusto por la aventura y una sensibilidad extrema por el paisaje que con los años va profundizando en la introspección y en el examen moral, todo empapado de la característica melancolía de su escritura, como si de alguna manera su mente fuese capaz de anticipar su temprana muerte, y la de sus queridas hermanas. 

Este libro está pensado para los que no saben mucho de la vida cristiana. El autor habla de Dios, de Jesucristo y la Biblia, de la Iglesia, el estilo cristiano, la familia y el sexo, de los misterios del cristianismo, dirigiéndose de manera especial a quienes se asoman por primera vez a la ventana de la fe en busca de respuestas o, al menos, con curiosidad.

¡Inocente! El veredicto final se produjo después de que el cardenal George Pell soportara ocho años agotadores de acusaciones, investigaciones, juicios, humillaciones públicas y más de un año de prisión después de ser condenado por un tribunal australiano por un crimen que no cometió.

Sylvie se despierta una noche, de repente, sin saber por qué y ve el espectáculo más impresionante de su vida: un par de alas, de enorme tamaño, hechas de las más suaves plumas blancas que nadie pueda imaginarse. Un ángel en su habitación, un ángel de nieve. Él le explica que ha venido para cuidarla, porque Sylvie no está tan sana como aparenta...

A finales de los años setenta, un piloto ruso que sobrevolaba un tramo montañoso y remoto de la taiga siberiana, descubrió, en medio de una escarpada zona boscosa, un pequeño huerto con una cabaña. En aquella olvidada parte del mundo, la existencia de núcleos humanos era estadísticamente imposible.