El día que el oficinista J.J. descubre que hay un cocodrilo bajo su cama, comprende que tiene un grave problema. Su médico le diagnostica cocodrilitis como si fuera lo más normal del mundo.
¿Se puede hablar de soledad e incomunicación desde un punto de vista humorístico? Mariasun Landa lo hace en esta novela, cuya edición en euskera obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil.
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Novela juvenil sobre la
Novela juvenil sobre la soledad y la incomunicación en el mundo actual. Narrada en sentido metafórico y desde un punto de vista humorístico, el protagonista es J.J. (Juan José), un joven administrativo de una entidad bancaria, que vive solo, dedicado a su trabajo sin tener grandes aspiraciones. Aunque no es feliz, está tranquilo y sigue una vida metódica y organizada; hasta que una mañana, al levantarse, descubre un enorme cocodrilo debajo de su cama, probablemente del tamaño de una maleta grande. Pero J.J. no tiene con quién compartir semejante hallazgo, ¿quién lo va a creer? Así que, primero decide preguntar en el zoológico; luego se lo comenta a su único amigo, el carnicero Cefe que, apegado a la realidad, no entiende nada. Por fin, va al médico que le diagnostica una “cocodrilitilis”, una enfermedad latosa, uno de los males de nuestro tiempo que sufre la gente que ha abandonado el campo, el ritmo de vida natural, el contacto con las fuerzas eternas de la vida y la muerte, hacinada en las grandes ciudades (p. 48). En definitiva, el protagonista sufre un fuerte sentimiento de soledad, de ansiedad y dependencia afectiva, que está representado en la presencia continua del cocodrilo.
De esta forma, con mucho humor, ironía y sentido figurado, en el relato se plantean temas y problemas del mundo actual como la rutina, la incomunicación o la prisa. Un buen ejemplo de ella es la parodia sobre el “Doctor Deprisa” que pasa consulta de "once menos cinco a once y veinticinco de la mañana", sin apenas dejar hablar a sus pacientes y extendiendo recetas sin parar. O la enfermedad denominada “arañitis” en la que las personas se sienten atrapadas y acosadas. Para todo ello, más que los medicamentos, solo hay una verdadera solución: la comprensión, el cariño y la ayuda de los demás. J.J. y Elena “se arrodillaron los dos en el suelo para contemplar juntos al fiero reptil de las marismas, y J.J. advirtió que contemplar juntos algo es una de las cosas más bonitas de este mundo” (p. 81).
Con esta novela, la autora Mariasun Landa obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 2003 con su versión original en euskera. Como en ocasiones anteriores, a través de los animales, la autora consigue presentar los sentimientos humanos de una forma divertida y accesible para los niños. Pero, como sucede con los buenos textos literarios infantiles, la obra tiene varios niveles de interpretación y es recomendable para lectores de todas las edades.