Sobras de pan

Buen poemario, estructurado en: proemio (un poema), formar parte (17 poemas), narratio (un poema), oscuridad (17 poemas) y peroratio (un poema). El autor enmarca sus reflexiones a través del contacto con la naturaleza y con las tareas agrícolas y con personas de carne y hueso, para indagar sobre el sentido de la existencia, la belleza de lo cotidiano (un petirrojo, una flor...), con un lenguaje claro, cuidado, buen ritmo, con abundantes endecasílabos y acertadas imágenes (enero es un cristal en los olivos), con las que nos acerca al misterio, a las preguntas esenciales y a la búsqueda de sentido: y la mesa // era un mar de cereales / ondeando qué dicha, y una harina de luz // inundaba la estancia, leemos en el último poema, dedicado a su padre. Un lirismo enraizado en la mirada, en la observación de lugares, objetos, rostros reveladores. La buena poesía nunca defrauda. Luis Ramoneda