La gota de sangre y otros relatos policíacos

Ignacio Selva, un señorito madrileño aficionado a leer novelas policíacas, se convierte en detective al verse obligado a resolver un crimen ocurrido en su círculo de amistades para demostrar su propia inocencia. Selva, que no es un detective al uso, se implica en la investigación por encargo de su médico, para paliar y combatir su abulia existencial. Sin embargo, pese a llevar a cabo sus pesquisas estudiando el lugar del crimen, valorando las pruebas y comprobando sucesivas hipótesis, no es el detective infalible que parece querer demostrar, sino un ser humano ambiguo y contradictorio; en definitiva, un investigador vulnerable.

Completan este libro tres relatos de la autora de género policíaco: La cana, Nube de paso y La cita.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2021 Letra Grande
136
9788412406504
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Selección de relatos breves de detectives, crimen e investigación. En esta edición, se recogen La gota de sangre y tres relatos mucho más breves titulados: La cana, Nube de paso y La cita. El primero de ellos, publicado en 1911, está considerado como el iniciador del género policíaco en España según la crítica. Se trata de una novela corta narrada en primera persona por el propio protagonista, un caballero madrileño llamado Ignacio Selva. Ambientada en Madrid a principios del siglo XX, el protagonista, que padece neurastenia y pasa por un momento de atonía e indiferencia, se encuentra inmerso de repente en un crimen en el que se ve obligado a demostrar su propia inocencia. Su interés por el misterio y las tramas criminales le llevan a la observación de los pequeños detalles, la reflexión sobre las pistas encontradas y la conexión entre todo ello: fragmentos y piezas que van encajando al descifrar su auténtico significado.

La autora de estos relatos es la célebre escritora española Emilia Pardo Bazán (1852-1921). Siempre atenta a las innovaciones y a las novedades literarias europeas, fue introduciendo en España, a través de sus obras, diversas corrientes aparecidas en las últimas décadas del siglo XIX en otros países. Así en 1881 fue la primera que divulgó y defendió el Naturalismo francés en España, mientras que años más tarde señaló el declive de esta corriente sustituida por nuevas propuestas espiritualistas. Del mismo modo, su interés por la intriga y lo detectivesco la llevaron a escribir algunos relatos de género policíaco (muy de moda en aquel momento en Inglaterra), ambientados en escenarios apropiados españoles como la ciudad de Madrid, con sus laberintos caóticos, sus calles oscuras y un barullo de gente variopinta, donde se pudieran cometer robos, asaltos y asesinatos. Así pues, una obra muy interesante para los seguidores de este género que aúna misterio, suspense y algunos toques de humor.