Tal vez sea El fantasma de Canterville el cuento más conocido y celebrado de Oscar Wilde, como inolvidables son las cóleras de ese pobre fantasma anacrónico, que no sólo no logra asustar a sus inquilinos, sino que acaba siendo juguete y víctima de dos niños terribles. Inolvidable es también El crimen de lord Arthur Savile, esa pequeña obra maestra que cuenta la divertida historia de un buen lord, desesperado porque nunca le sale bien el crimen que quiere cometer cuanto antes para librarse de un ominoso destino. La esfinge sin secreto y El modelo millonario cierran este volumen delicioso, donde campean el humor, la ironía y la elegancia de la prosa de Wilde.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2006 | Funambulista |
89 |
978-84-96601-16-1 |
Versión (traducción) de Mario Lacruz, posfacio de Isabel Lacruz. |
Comentarios
Leer un buen libro siempre es una delicia, pero si además la edición está cuidada, si es bella a la vista y al tacto, mucho más. Si la traducción es mejor que otras, da igual leerlo de nuevo, porque en realidad estás leyendo un libro distinto. "El Fantasma de Canterville" es un clasico de la literatura fantástica. El final, sobrecogedor, despista; la graciosa y leve sátira que realiza Wilde a los yanquis (¿o es a los ingleses?) hace que el final, tan abierto, sea más aterrador, más trágico, más hermoso. La simpatía de todo el cuento y el siniestro romanticismo del final lo convierten en una obra maestra.
El posfacio de la hija del traductor posee esa poesía que se le concede a todo lo sincero. Es un poema elegíaco. Una bella obrita que se justifica por sí misma.
Deliciosa sátira del pragmatismo americano. Relato ágil y muy bien construido. Se lee de un tirón