La isla de Nuncameolvides
Fabio desde niño soñó con ver el mar. Durante muchos años se dedicó a navegar como grumete, marinero y capitán de barco. Ahora, ya cansado, vive en tierra firme y se dedica a cuidar su jardín, un jardín repleto de plantas originarias de todos los países recorridos en sus viajes. Pero... un día llegó al puerto un remolcador que traía un pesquero a la deriva con un tripulante moribundo. Y, con él, un mapa, un secreto y una aventura: la isla Nuncameolvides.
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El libro nos muestra la pasión que Fabio siente por el mar, la misma pasión que tiene por Luisa su mujer a quien ama y que murió estando él lejos. El autor nos describe a Fabio como hombre trabajador y valiente, fanfarrón y terco. A medida que avanza la narración conocemos mejor al personaje: cómo es y cómo se relaciona con los demás. Los abundantes datos geográficos y sobre plantas que el libro tiene, aumentarán de manera natural los conocimientos de los lectores. También nos planteará preguntas sobre el amor: qué es, ¿se puede amar siendo viejo?, el amor ¿exige exclusividad?... lástima la relación prematrimonial amorosa con Aurora (p.136).
El libro está muy bien escrito. 72 capítulos breves (algunos no llegan a tener 20 líneas). Frases cortas y mucho diálogo. Los personajes están bien descritos y podemos decir que “son de carne y hueso”, muy creíbles. Mucho vocabulario sobre plantas será nuevo para el lector, pero no se hace pesado.