Peter Pan de rojo escarlata arranca en el punto en que Barrie dejó su obra: "Puede que cualquier día de éstos veáis a los gemelos, a Nibs y a Curly yendo a la oficina con una bolsa en la mano y un paraguas. Michael es maquinista. Slightly se casó con una dama con título y se convirtió en lord. ¿Veis a ese juez con peluca que sale por esa puerta de hierro? Hubo un tiempo en que era Tootles. Y el hombre de la barba al que nunca se le ocurre ninguna historia que contar a sus hijos... era John. Wendy se casó de blanco, con una banda rosa en la cintura. Los años siguieron pasando y tuvo una hija". Pero la vida de los antiguos Niños Perdidos da un giro y comienzan a suceder cosas realmente extrañas a su alrededor. A todos les asaltan sueños en los que nadan junto a sirenas y recorren un bosque vagamente familiar, para luego despertar aturdidos, con la cara cubierta de pinturas de guerra o las ropas empapadas. Como si realmente hubieran estado otra vez allí. Algo pasa, el País de Nunca Jamás llama a su puerta... Tal vez Peter Pan esté en peligro
Comentarios
No es ni con mucho el mejor libro que he leído. Esta continuación "oficial" del popular Peter Pan parece que está escrito más bien para aquellas personas mayores que recuerdan con nostalgia ese clásico infantil.
En esta novela aparece un Peter Pan arrogante y malhumorado en un País de Nunca Jamás irreconocible.
Las pesadillas que llegan a los antiguos "niños perdidos", hoy adultos, hace que Wendy, Jhon, Tootles y los demás emprendan de nuevo el viaje al País de Peter Pan. Llegados allí se encuentran con un paisaje totalmente cambiado y con un Peter Pan no menos distinto al que conocieron en su primer viaje.
Tendrán que hacer un largo recorrido en busca de un antiguo tesoro del Capitán Garfio.
Aunque al final se hace algo más interesante, la verdad es que me ha costado no dejarlo.