Distinguido con los premios literarios más prestigiosos que se conceden en el ámbito de habla española, José Hierro es uno de los más importantes poetas de nuesta lengua. Precedidos por un prólogo de José Olivio Jiménez los poemas incluidos en esta Antología Poética constituyen una representación inmejorable de la obra del autor.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2002 | Alianza Editorial |
226 |
978-84-206-4084-6 |
Comentarios
Poeta inclasificable y fundamental de la poesía de posguerra, no la abandonó hasta su muerte, en constante renovación y cambio. Sus versos fueron los primeros que, en mi adolescencia, consiguieron conmover mi alma produciendo esa experiencia estética que te convierte en lector de poesía. Jamás he abandonado su lectura. Durante los años de carrera estuve en muchos recitales suyos; su voz grave y sus cigarros (allá donde iba, se pudiese o no, fumaba, y si se empecinaban en no dejarle, se acababa el acto) nos encandilaban con tanta fuerza que siempre que estuve en un acto de este tipo las salas estaban abarrotadas y los aplausos eran atronadores. Con el tiempo su barrio se convirtió en mi barrio, y su bar, en mi bar. La mesa donde se sentaba para leer, escribir o conversar, ahora la ocupan habitualmente otros. A veces está vacía. Pero sus versos siguen conmoviendo a jóvenes y adultos, siguen creando nuevos lectores (y escritores de poesía), siguen en las librerías y en las bibliotecas. Quizá si tuviera que quedarme con alguno de sus libros sería "Alegría", y si tuviera que renegar de alguno (no lo haré), sería del último que publicó; me entristece el nihilismo que poseen algunos de sus últimos poemas. En cualquier caso esta antología es excelente, y su lectura, pródiga en sencillez, sinceridad, variedad y música. No olvidemos que Pepe Hierro es, probablemente, sino el más grande, uno de los mejores poetas españoles de la segunda mitad del siglo XX.