Bearn o la sala de las muñecas

Es la novela más famosa del autor, editada en 1956. "Nuestro mundo se va, María Antonia, y a mí me parece ahora tan luminoso, tan suave, que desearía hacerlo durar un poco más, eso es todo". Ese mundo es la decadente vida de un matrimonio que representa los últimos vestigios de una familia de aristócratas mallorquines, los Bearn. La manera de hacer durar más ese mundo son las memorias de Don Antonio, único sentido de su vejez. La voz que cuenta esta maravillosa historia de decadencia es la de Juan, capellán de la casa, que escribe a una antiguo compañero, rogándole que interceda ante la publicación de las poco ortodoxas memorias de "su bienhechor". El destino de la señora no representa ningún problema, pues siempre se comportó cristianamente. Sin embargo, don Antonio, "un auténtico hombre del siglo XVII", distaba mucho de la ortodoxia. Disipado en su juventud, ilustrado toda su vida y lector voraz, envejece con el único quehacer de sus memorias, porque en su alma "más bien pagana", no dejaban de existir "anhelos de eternidad" que sólo podía saciar contando su experiencia. El señor saca al final de su vida el máximo partido de su inteligencia brillante y cínica. Su mujer, por el contrario, va perdiendo su notable sentido común en un dulce declinar. Ambos representan las dos caras de la decadencia de la aristocracia. Sus vidas parecen transcurrir plácidamente, pero el misterio planea sobre ambos. Fluye del pasado y queda simbólicamente estancado en la Sala de las Muñecas, la sellada habitación privada de un antecesor de don Antonio sobre el que corren todo tipo de rumores. Entre tanta serena melancolía, la inquietud va tomando forma al calor de los misterios ocultos hasta concluir en tragedia.
Pedro de Miguel y Ángel Peña

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1990 Cátedra
423
9788437605708
Valoración CDL
3
Valoración Socios
2.5
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Resulta difícil saber por qué "Bearn o la sala de las muñecas", publicada hace cincuenta años, todavía no ha pasado a la historia como una de las mejores novelas españolas del siglo XX. Se podría culpar, tal vez, a la soledad de su autor, Llorenç Villalonga (1897-1980), que vivió siempre alejado de los círculos de poder que determinan el canon literario de una época. Falangista de carácter escéptico y rasgos aristocratizantes, el escritor mallorquín se ganó el olvido de los que nunca le perdonaron ni su independencia ni su altivez intelectual. Como una extraña coincidencia, fue precisamente en el verano del 36 cuando inició la primera redacción de "Bearn". Mientras España se desangra en la guerra civil, Villalonga traza el retrato de la decadencia de un mundo, el de la aristocracia rural mallorquina, que sirve también como metáfora del cierre definitivo de la gran cultura europea a manos del populismo y de las hordas totalitarias. Con esto queda dicho lo esencial: "Bearn" es una novela que se hermana con la tradición literaria europea más que con la española. Quizá porque Villalonga ha sido uno de los escritores más elegantes, en la plena acepción moral del término, que haya dado España en este último siglo.


La novela, ambientada a finales del XIX en una bucólica finca de la sierra de Mallorca, nos cuenta la historia de los últimos señores de Bearn, don Antonio y doña María Antonia, narrada en una larga carta memorial escrita por don Juan Mayol, capellán de la Casa, y posible hijo ilegítimo del señor. Junto a ellos, se entremezclan una alocada sobrina, doña Xima –que dilapida la fortuna familiar de fiesta en fiesta en el París del II Imperio y con la que don Antonio vive un amor velado al inicio del libro–, y una misteriosa sala de las muñecas, donde se esconden los secretos últimos de la familia.


Entre medias, descubrimos las aficiones ilustradas de don Antonio –un culto afrancesado que lee a Voltaire; coquetea con la masonería, de la que después reniega; y viste hábito franciscano–, la piadosa fe de su mujer –ejemplo de serenidad conyugal y figura clave de la segunda parte del libro– y la sincera angustia del sacerdote que teme por la condenación del alma de su señor. Pero sobre todo asistimos a la decadencia final de la nobleza mallorquina, arrinconada por las estrecheces económicas y por las ideas que se imponen con los nuevos tiempos.


Como ocurre con todos los grandes clásicos, "Bearn o la sala de las muñecas" admite una multiplicidad de lecturas. El libro es una reflexión poética sobre el paso del tiempo y la fugacidad de la juventud, sobre el amor, la libertad y el papel de la memoria en la formación de la identidad. Perfectamente perfilada, la sutileza psicológica y emocional de sus personajes constituye uno de los grandes aciertos de esta novela.

Imagen de angela

Bearn es la reconstrucción de un mundo, Mallorca a finales del siglo pasado a través del ocaso de una familia. Que los hechos narrados jamás aparecieran en la historia de esta tierra poco importa; la pasión y la nostalgia -aun de lo nunca vivido- son guías certeras en la creación literaria. Edición de Jaime Vidal Alcover.