Donde nace la sed

El título de este poemario se desarrolla en tres partes: I. Donde - Metafísica ardiente; II. Nace - Tránsito vivo; III. La sed - Tu manantial. Estamos en la gran tradición de la poesía mística española, pero con el enfoque muy personal de la autora. Junto a sonetos y liras, el verso libre, con las bellas metáforas con las que se trata de acercarse al misterio de la fe y de la relación íntima con Dios (la luz y la oscuridad, la sed y el agua, el viento y el silencio, la naturaleza, el tiempo, el dolor y la eternidad, la belleza...). Un poemario que alienta al lector, que ilumina, que invita a la interioridad y a la contemplación, a buscar y a descubrir el amor de Dios también en lo cotidiano, algo más necesario que nunca ante la vorágine en la que a menudo nos encontramos atrapados. Intuición y reflexión, con un ritmo muy cuidado y una riqueza de imágenes que impactan . Sirva como ejemplo, entre otras muchas: Hay un milagro vivo que adelanta // el perfume de Dios para algún día, // Él salpica de amor la pena mía // y una orquesta de árboles me canta. En este poemario, como en otros de Beatriz Villacañas, el lector constata que la poesía es necesaria para acercarnos a lo esencial, a lo inefable, a lo sagrado. Luis Ramoneda