Salvatore Vivacqua, Totò para los más íntimos, es el jefe de la Brigada de Investigación de la policía de Turín. Siciliano de origen, ama Turín aunque le cuesta lidiar con su impenitente lluvia. No obstante, pronto tendrá razones más serias para preocuparse: Pierluigi Paternostro, un artista de renombre, ha sido ferozmente asesinado. ¿Quién podía odiarlo de esa manera? Las víctimas comienzan a sucederse, y la presión de los medios y de sus superiores crece: Vivacqua tiene tres días para encontrar al culpable. En su cometido contará con la ayuda del doctor Silvano Meucci, un funcionario fanático de Napoleón que será clave para entender los movimientos del misterioso asesino. Mientras tanto, otro pequeño drama doméstico lo reclama: Tommy, el amado perro de la familia, ha desaparecido. Con ecos de Camilleri, Fred Vargas y Lemaitre, De Filippis suma su nombre a la gran novela negra europea.
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Novela negra, la segunda obra
Novela negra, la segunda obra perteneciente a la serie protagonizada por el comisario Vivacqua, que se inició con “Le molliche del commissario” en 2015. Ambientada en la época actual en la ciudad de Turín, el autor afirma que los personajes y lugares son una invención propia, y su coincidencia con la realidad sería fortuita. Así, la trama se inicia el jueves, 3 de junio, con el atroz asesinato del pintor Giò Paternostro y se cierra el jueves, 17 de junio, con la resolución del caso. En esos quince días (dada la importancia del tiempo reducido en este tipo de género), se producen en cadena varios crímenes crueles y sanguinarios, tan espantosos que solamente pueden ser obra de un loco o de un sádico psicópata, pero muy bien entrenado. Sin embargo, la conexión entre las muertes parece inexistente y la Brigada de Investigación de la policía se encuentra en un callejón sin salida una y otra vez. La revisión de los casos fríos (es decir, sin resolver) de hace más de diez años, junto con el asesoramiento del doctor Silvano Meucci, un fanático de la figura histórica de Napoleón, darán luz sobre los motivos de los horrendos crímenes.
El protagonista es el comisario jefe Salvatore Vivacqua, siciliano de Palermo, licenciado en Derecho, con más de treinta años de servicio en la policía italiana. Casado y con dos hijos, en muchas ocasiones, debe supeditar su vida familiar a las necesidades y obligaciones de la investigación policial, como ocurre en este caso. En este sentido, recuerda a otros grandes protagonistas de la novela negra actual como el inspector Leo Caldas creado por Domingo Villar, los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro de las novelas de Lorenzo Silva, el comisario Georges Dupin del conocido autor Jean-Luc Bannalec, y el comisario Guido Brunetti de la famosa novelista Donna Leon, que es el más parecido a Vivacqua en cuanto a su entorno familiar. De esta forma, en la trama se mezcla la intrincada investigación de los casos con los datos personales sobre la vida del protagonista y su familia, que dan al relato un toque más humano.
Del mismo modo, con respecto al estilo, en la novela se entremezclan el lenguaje literario (a veces, poético en las descripciones y cuajado de un vocabulario culto) y la jerga propia de los investigadores, con expresiones malsonantes y un cierto toque de humor. En conjunto, se trata de una obra interesante para los lectores de este tipo de género tanto por la intriga como por los sorprendentes giros narrativos, aunque hay una cierta recreación en la brutalidad de los asesinatos descritos.