El chico que limpiaba lápidas

El libro El chico que limpiaba lápidas surgió a partir de hechos reales vividos por el propio autor, Mac Berloffa. Narra la historia de Miguel, un muchacho que, debido a los percances de la vida, llega hasta un cementerio en el que empieza a trabajar voluntariamente, a cambio de monedas, para sobrevivir. La relación del chico con la muerte crece rápidamente y, debido a su gran carácter y personalidad altruista, Miguel se convierte en un enlace entre los vivos y los muertos.
Para ilustrar aún más las peculiaridades que encierra este libro, es preciso mencionar que durante el proceso de creación y de edición el autor experimentó muchas situaciones en las que el nombre Miguel surgió delante de él como por azar. Por ejemplo, durante una caminata, después de una charla sobre esta historia con una periodista, Berloffa repentinamente se sintió atraído a mirar hacia la acera y se topó con el nombre del chico, escrito en el suelo junto a un poema, y en otra oportunidad recibió una llamada de una amiga diciéndole que una vidente le había mandado un mensaje de nada más y nada menos que una persona llamada… Miguel.