El inventor de viajes

A partir del clásico grecorromano Historias verdaderas, de Luciano de Samósata, Irene Vallejo vuelve a hacer su magia recreando este cuento lleno de imaginación. La autora se basa en esta antigua parodia de los relatos de navegantes y recupera una ingeniosa historia llena de mundos fantásticos y criaturas tan inconcebibles como los calabazapiratas y los pulgarqueros. De la mano de la protagonista, daremos alas a nuestra fantasía para descubrir nuevos lugares y lucharemos en las batallas más insospechadas a favor de la justicia.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2024 Ediciones Siruela
88
978-8410183346

Ilustraciones de José Luis Cano

Valoración CDL
2
Valoración Socios
2
Average: 2 (1 vote)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

1 valoraciones

2

Comentarios

Imagen de amd

Relato infantil sobre viajes fantásticos a mundos imaginarios. Inspirada en un clásico de la literatura grecorromana, la obra está narrada en primera persona por la protagonista, una audaz viajera, que va a contar “sus increíbles aventuras por el mar y las estrellas”: un viaje para cruzar el gran océano de occidente, visitando lugares tan lejanos y tan extraños que ni siquiera existen. De esta forma, la viajera y su tripulación navegarán por el mar y surcarán los cielos hasta llegar al Reino del Claro de Luna; conocerán a los cabalgabuitres, a los pulgarqueros, a los ajoguerreros y a los aeromosquitos; vivirán en el vientre de una ballena e, incluso, llegarán al país de los Sueños.

La autora de la obra es Irene Vallejo (Zaragoza, 1979), reconocida escritora que está llevando a cabo una intensa labor de divulgación del mundo clásico. Para escribir este relato, se ha basado en las Historias verdaderas de Luciano de Samósata (Siria, 125-181) , una obra de difícil clasificación literaria, en tono de parodia o sátira, considerada por algunos críticos como precursora de las novelas de ciencia ficción y de fantasía. El libro se completa con las ilustraciones de José Luis Cano (Zaragoza, 1948), de colores intensos y formas geométricas, que representan personajes y situaciones. Aunque interesante en su propuesta, las acciones de la trama se suceden de forma abrupta y precipitada, y el relato carece del encanto y  de la elegancia del discurso poético de obras anteriores.  Ana María Díaz Barranco