Días antes del estreno de una obra de Calderón de la Barca en un corral de comedias de Madrid, desaparecen los manuscritos. De recuperarlos se encarga el pesquisidor Pedro Capablanca, con la ayuda de un monje basilio de gran agudeza mental, amigo suyo. La novela recrea con acierto el ambiente de Madrid durante la minoría de Carlos II, y la investigación se narra con gran sentido del humor y con detalles que denotan lo bien documentado que el autor está sobre la época.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2005 | Plaza Janés |
288 |
|
Comentarios
Como la mayoría de las novelas históricas -o pseudohistóricas- escritas en castellano, esta cae en el morbo de poner de protagonista a un fraile que es un fresco -elemento del todo anacrónico- y diversas inmoralidades presentadas como lo más natural del mundo. Una prueba evidente de que el libro no tiene mucho de donde y tiene que recurrir al morbo para vender. En fin, lo de siempre.