En 1874, Emeterio decide emigrar a México en busca de fortuna, y se despide de sus padres en una perdida aldea de Asturias. En México, su trayectoria le llevará de mozo de tienda, que duerme bajo el mostrador, a dueño de un emporio de establecimientos de bebidas alcohólicas. Pero sus esfuerzos exitosos en los negocios no se verán recompensados por la labor de sus hijos, que despilfarrarán la fortuna en una vida disipada con continuos viajes a Madrid, ni por sus hijas, condenadas a un papel secundario en una sociedad machista. Cuando uno de sus nietos, en la tercera generación, retome la iniciativa económica, tendrá que enfrentarse con una amenaza inesperada y devastadora: la pérdida de la memoria.
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Novela inspirada en la
Novela inspirada en la historia familiar de Gonzalo Celorio, (Méjico, 1848) y cuyo abuelo paterno, nacido en 1858 en una pequeña aldea asturiana, próxima a Llanes, emigró muy joven a este país. La obra narra la vida de tres generaciones sucesivas del mismo origen, en paralelo a la evolución política y social del país de acogida donde vivieron sus antepasados y le permitió hacer fortuna.
El relato alterna la primera y la tercera persona en una duplicidad que permite al autor contarse a sí mismo y explicar al lector quienes fueron sus abuelos, padres, tíos y hermanos y qué lugar ocupó él en ese entorno. Realismo y sentido del humor son los rasgos esenciales de esta rememoración que participa por igual de hechos verídicos, comunes a los descendientes de la emigración española a América, y de elementos novelados. La ambientación y el perfil de los personajes muestran un marcado acento representativo de una trayectoria habitual que va desde el joven voluntarioso y trabajador que se abre camino en tierra extraña a unos nietos empobrecidos pasando por unos hijos mayoritariamente despilfarradores. El autor plantea la crónica de los suyos con tono amable, sin ocultar lo erróneo de la conducta de algunos de ellos o las extravagancias de otros, aunque siempre respetuoso con las personas aludidas. De sí mismo refiere las dificultades económicas que experimentó en la infancia, su educación en centros religiosos y su posterior alejamiento de la fe, influido por ideas progresistas vigentes en sus años juveniles y una visión de España vinculada a las ideas que caracterizaron a los republicanos españoles exiliados en Méjico tras la guerra civil. Sinceridad y discreción van unidas en estas páginas, escritas con estilo cuidado, sin apenas localismos de difícil comprensión para lectores de otros ámbitos del idioma. La inevitable subjetividad de sus apreciaciones es un rasgo testimonial de una época y unas circunstancias descritos sin incurrir en expresiones de tonos agresivos o polémicos.
Reseñas bibliográficas Fundación Troa