En este libro se recopilan una serie de diecisiete cuentos de otros tantos países del mundo pertenecientes a la tradición oral, que posteriormente se recogerán como recopilaciones de la literatura tradicional transmitida a través de la palabra. Son relatos desconocidos para nuestros lectores porque la mayor parte de ellos no forman parte de nuestro entorno cultural.
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En estas historias a modo de fábulas, aparece como personaje principal la figura del pícaro que trata de engañar o enredar con sus patrañas a un interlocutor muy poco avispado, más fuerte física o moralmente que el pícaro, engreído y fanfarrón que presume de un gran poder. en muchas ocasiones, dominado por la codicia y que resulta engañado y burlado. Es una figura que emplea la inteligencia en su propio provecho.
Podemos decir que el pícaro es una figura universal y por tanto se refleja en la literatura de cada país. Es el personaje que, entre los demás que participan en la historia, siempre gana poniendo toda su astucia en evitar el castigo como consecuencia de sus actos a través del engaño y la mentira.
Muchos de los personajes principales son personificaciones de animales astutos y divertidos, en algunos casos pertenecientes al mundo de la fantasía, o de humanos que consiguen engañar al rival para salir de su miseria proponiendo retos osados e increíbles.
Un cuento coreano, noruego, italiano, ruso, árabe, japonés, judío, nepalí, holandés, sioux, persa, argentino, chino, nepalí y una fábula de Esopo forman entre algunos más esta recopilación de cuentos que pertenece a la tradición de cada uno de estos lugares.
En uno de ellos se establece un duelo de picardía entre una tortuga y una liebre, en otro la astucia de una araña frente a grandes rivales como una pitón o un leopardo, la picardía de un hombre que vende la sombra de un árbol o la de un italiano que, para saciar su hambre es capaz de contar las historias más increíbles y delirantes.
En cuanto a la Ilustración, Noemí Villamuza recibió el Premio Nacional de Literatura por "Oscar y el león de correos" y en 2002, recibió el Premio Nacional de Ilustración.