Fernando y el oso polar

Relato infantil, de carácter fantástico, sobre la amistad entre dos seres diferentes. Tal y como indica el título, los protagonistas son Fernando y el oso. Fernando es un niño bajito y delgaducho, con un poco de asma, callado y tímido, que no suele hacer amigos fácilmente: a veces, le encantaría ser invisible o pasar desapercibido. Un día, durante una visita al zoo, conoce a un oso polar muy especial que quiere ser su amigo: se llama Nanoq y es muy listo, sabe hablar y canta canciones de osos. Fernando piensa que está soñando, o que alguien le está gastando una broma con cámara oculta. Pero no, el oso quiere salir de la jaula para emprender una auténtica aventura y volver al Polo Norte.

Con un estilo divertido y muchos rasgos de humor, en el libro se plantean temas interesantes: en primer lugar, el valor de la verdadera amistad, por la que hay que renunciar a la comodidad, y trabajar y esforzarse para ayudar a los amigos; en segundo lugar, la necesidad de poder compartir con los demás los sentimientos más profundos de tristeza, alegría, dolor y soledad; y por último, las relaciones familiares y la responsabilidad de tener mascotas en casa (espacio, necesidades y cuidados especiales). Todo ello se cierra con un mensaje muy positivo, ya que Fernando gracias a su relación con el oso “por primera vez en su vida, se sintió alto, fuerte, atrevido y guapo” (p.123).

Tanto el texto como las ilustraciones son obra de la autora, Carmen García Iglesias. Las imágenes, llenas de colores vivos, son muy divertidas y resultan significativas para comprender y seguir mejor la trama. Además, el libro se puede utilizar para ampliar conceptos sobre “Conocimiento del Medio Natural”, ya que hay referencias a Groenlandia, el Ártico, la vida de los osos polares, el deshielo y los peligros del cambio climático.