Para evitar la amenaza de muerte que ha lanzado contra su padre, Bella (la hija más noble de un mercader arruinado) acepta entregarse a la Bestia, tosco y asilvestrado señor de un palacio, a quien conocerá poco a poco y cuyo corazón se irá ganando. Una historia que testimonia la belleza interior de las personas y lo desaconsejable que resulta fiarse de las apariencias.
Francesca Dell'Orto, magnífica ilustradora, nos ofrece una mágica interpretación de uno de los cuentos de hadas más inquietantes y, a la vez, más conmovedores de la literatura.
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Edición bellamente ilustrada
Edición bellamente ilustrada del cuento La Bella y la Bestia. Inspirado en la tradición de los cuentos de hadas, la versión más conocida se publicó por primera vez en 1757 en una recopilación de relatos titulada El almacén de los niños. En ella, el mercader tiene seis hijos: tres chicos y tres chicas, siendo Bella la menor de las hermanas. Cuando el padre pierde su fortuna y tienen que irse a vivir al campo, Bella es la única hija que le consuela y le ayuda con las labores del hogar, porque es buena, dulce, honesta, generosa y paciente, además de ser hermosa. Por todo ello, cuando el padre se adentra en el palacio de la Bestia y se queda prisionero, Bella no duda un instante en encomendarse a Dios y cambiarse por él, dando su vida si es necesario.
La autora de esta versión del cuento, la más difundida, es Jeanne-Marie Leprince de Beaumont (1711 – 1780), conocida por su labor docente y didáctica. Sobre otras versiones anteriores, que en algunos rasgos se pueden remontar a los clásicos latinos, la autora fija definitivamente el texto dándole la interpretación que tiene en la actualidad. Así, Bella afirma: “Me alegra mucho que poseáis tan buen corazón. Cuanto más lo pienso, menos feo me parecéis”, porque es preferible un aspecto monstruoso a aquellos que, bajo un aspecto humano, ocultan “un corazón falso, podrido e ingrato” (p. 44). Además, en esta edición destacan las magníficas ilustraciones de Francesca Dell’Orto (Milán, 1990), que estudió Bellas Artes y Artes Escénicas en la Universidad de Milán y desarrolla una labor muy apreciada en la ilustración de obras de literatura infantil como su edición ilustrada de La balada de Mulán (https://www.clubdellector.com/libro/la-balada-de-mulan). En sus imágenes, como verdaderos cuadros a doble página, se pueden admirar hermosos paisajes del bosque y de los jardines junto a las lujosas estancias del palacio de la Bestia; pero especialmente destacan las abundantes rosas de vivos colores como motivo floral recurrente, ya que son un símbolo en la trama del cuento. Por todo ello, se considera una obra muy recomendable para pequeños y grandes lectores.