Inspirándose en la historia que el mundo olvidó y que el Gobierno ruso niega, Erin Litteken relata la crisis de una hambruna provocada por el hombre que, en Ucrania, robó casi cuatro millones de vidas. Es 1929 y Katya tiene dieciséis años, está rodeada de su familia y enamorada de su amigo de la infancia. Cuando los activistas de Stalin empiezan a llegar a Ucrania defendiendo la grandeza de la agricultura colectiva, son solo unos pocos. Pero pronto los vecinos empiezan a desaparecer; los que hablan nunca vuelven.
A partir de entonces, cada nuevo día se convierte un futuro incierto. La resistencia tiene un precio y, mientras la desesperación y el hambre se apoderan del campo, la supervivencia parece más un sueño que una posibilidad; pero, incluso en los momentos más oscuros, el amor prevalece. Setenta años después, una joven viuda descubre el diario de su abuela, un hallazgo que revelará los secretos enterrados del tormentoso pasado de su familia, a la vez que le enseñará a hacer las paces con el amor después de la pérdida de su marido. Esta es una historia sobre la resiliencia del espíritu humano, el amor que nos acompaña en nuestras horas más oscuras y el verdadero horror del Holodomor, una de las grandes hambrunas de la historia de Europa.
Impresionante historia novelada sobre el holodomor (hambruna) al que millones de ucranianos fueron sometidos por las leyes de Stalin en los años treinta del siglo pasado.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2022 | Navona Ediciones |
476 |
978-84-19311-07-8 |
Traducción del inglés de Rebeca Bouvier, buena edición, al final del libro la autora cuenta cómo se gestó e informa sobre los acontecimientos que han dado pie al libro. Un relato novelado, sobre unos acontecimientos históricos perfectamente documentados. |
Comentarios
Podríamos decir que es una
Podríamos decir que es una novela histórica en cuanto que lo que la autora pretende, con una ficción, es dar a conocer una realidad histórica y muy poco conocida. La hambruna que provocó Stalin en Ucrania con efectos demoledores de millones de muertes absurdas. Nadie quiso reconocerlo y pocas veces se ha comentado esta barbaridad. La novela es dura pero tierna, creíble, bien narrada, con unos personajes que aparecen en los momentos duros en Ucrania y otros, descendientes, situados ya en Estados Unidos. La autora va alternando los sucesos ocurridos en territorio ucraniano con las historias de los descendientes ya situados en América.
Impresionante novela, de las
Impresionante novela, de las que dejan huella, por lo que se cuenta, por los protagonistas y por el modo de narrarlo. La autora es bisnieta de una ucraniana que logró sobrevivir a los planes estalinistas, que costaron la muerte o la deportación a millones de ucranianos, y emigrar a Estados Unidos. Lo que oyó contar a sus antepasados y la documentación estudiada como historiadora han sido la fuentes de la novela. En capítulos alternos, nos cuenta la vida de Cassie, la narradora, que pasa por una tremenda crisis por el fallecimiento de su marido, en Wisconsin y en Illinois, desde mayo de 2004 a mayo de 2007, cerca de su madre y de Katya, la abuela; y la vida de esta, en Ucrania, desde septiembre de 1929 a julio de 1934, en unas circunstancias horribles, pues lo pierden todo y a casi todos sus allegados. Al final, todo encaja y se desvelan los motivos por los que Katya era tan reticente a hablar de su pasado, sobre el que había escrito un diario que la nieta encuentra y logra traducir con ayuda de Nick, un bombero descendiente de ucranianos, otro personaje muy atractivo. La vida heroica de la abuela ayudará a la nieta a afrontar y superar la crisis que padece. Muy interesantes también los papeles de la madre de la narradora y de Birdie, la hija de esta. Novela que es un homenaje a todos los ucranianos masacrados por los programas comunistas, y que ayuda también a entender un poco lo que está pasando ahora. Luis Ramoneda. Leer artículo >>