El joven Hugo vive entre los muros de una ajetreada estación de ferrocarriles. Si quiere sobrevivir, nadie debe saber de su existencia. Sin embargo, un día es descubierto por una excéntrica chica, y por un viejo y amargado juguetero. El relato es fascinante y está reforzado por unas bellísimas ilustraciones, a modo de tomas cinematográficas, ya que la obra es un homenaje a la figura de Georges Méliès, pionero del cine francés, dibujante, constructor de autómatas y habilidoso mago. Este libro interesará a público adolescente, pero también será grato para adultos.
Comentarios
Este es un magnífico libro tanto por su temática, sus ilustraciones y su edición.
Es muy original y atractivo jugar con las ilustraciones como parte del texto obligando al lector a seguir la trama a través de las ilustraciones, preciosas y de gran atractivo.
El autor tiene la capacidad de envolver al lector en un halo de misterio desde el comienzo hasta casi el final. Podemos decir que es una auténtica novela de misterio vivida por personajes infantiles.
El personaje principal está muy bien descrito haciendo que el lector se sienta dentro de la trama considerándola totalmente creíble.
Es una novela gráfica, en la que el autor juega con elementos de los álbumes ilustrados, creando un nuevo tipo de lectura. La edición del libro está muy cuidada. Los dibujos, todos hechos en carboncillo, son copias de lugares reales de Francia, donde se desarrolla la historia. De forma muy inteligente incorpora la parte ilustrada cuando la emoción de la escena pide que sea el propio lector el que la descubra. Ha sido galardonado con un premio Quill Award en la categoría de Literatura Infantil. Se ven muy pocos libros editados como este.