El poemario, premio "Ciudad de Guadaira" 1989, es una muestra más de lo inclasificable que resulta este autor. En él, junto con algunos de los grandes poemas que luego recogerá en sus dos antologías, muchos otros otros son ya de difícil lectura para quien no tenga acceso a este breve e intenso libro.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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1991 | Renacimiento |
57 |
Premio "Ciudad de Guadaira"en la edición de 1987 |
Comentarios
Recomiendo vivamnete este libro para los que se inician en la lectura de la poesía: es quizá uno de los mejores autores contemporáneos para ello. El libro se abre con una especie de poema-prólogo que es, junto con su título, una anticipación de lo que será el libro, Se trata del poema de "El Elegido": "Te escogieron los dioses. (...) Elegido, poeta, Ungido con los dones/ del Arte:/ la infinita/ soledad, el desprecio de todos y el cuchillo/ de la ansiedad clavado para siempre en el pecho".
El poeta, como nos tiene acostumbrados, vuelve una y otra vez (aunque no sólo) sobre la infancia, es más, llega a decir, en unos de los versos más bellos del libro: "Cómo sigues en mí, cómo manejas/ mi pluma desde el fondo oscuro de mi sangre,/ miguel de siete años,/ mi pequeño yo mismo (...).
Lo más interesante del libro, me parece, es que después de tocar sus obsesivos temas con la ironía de siempre, después de anhelar o recordar los lugares que tanto suenan a los lectores de D'ors (la "Kon-Tiki", el soñado Wyoming, Arizona, Denver, Valparaíso, Galicia con su lluvia tras los cristales y tantos nombres sugerentes, etc.) no nos engaña ni se engaña: "Pero tú sabes que la huida/ nunca será verdad,/ que vayas donde vayas/ siempre te encontrarás/ esta misma tristeza".
Algo de lo que más he admirado siempre en D'ors es su maestría en el arte de versificar; versos libres, blancos, versículos, octosílabos... Todos los maneja con la misma maestría.