Canadá, 1860. Antes de que los rigores del invierno se ciernan sobre Dove River, un poblado fundado por pioneros escoceses en el noreste de Canadá, una mujer halla el cadáver de un trampero local al mismo tiempo que su hijo, de diecisiete años, desaparece en una excursión de pesca. Los hechos atraen hasta aquel remoto lugar a un variado grupo de personas dispuestas a esclarecer el crimen, o a beneficiarse de él, desde un joven delegado de la poderosa Hudson Bay Company —que ejerce el monopolio del lucrativo comercio de pieles—, hasta un curtido y arruinado periodista. Cuando la señora Ross decide emprender ella misma la búsqueda de su hijo, adentrándose en el bosque acompañada de un taciturno pero experto rastreador, se ponen en marcha también una serie de personajes cuyas insólitas historias confluyen hacia un destino común en el majestuoso e imponente marco de la tundra nevada. Inmersos en un paisaje inhóspito de una belleza áspera e impenetrable y conscientes de su vulnerabilidad, los hombres y mujeres que conforman esta hermosa e inquietante novela deberán saldar cuentas con el pasado antes de afrontar los desafíos del presente.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2009 | Salamandra |
448 |
978-84-9838-203-7 |
Comentarios
He descubierto a esta escritora, y me ha supuesto un verdadero hallazgo. Que entre la literatura (bueno, la novela) contemporánea se encuentre una escritora de este calibre que además, no se deje llevar del sentimentalismo barato imperante, pues sí, supone un hallazgo, y la esperanza de que no todo está perdido en el panorama literario actual. El libro está contado por dos narradores, uno en primera persona (una de las protagonistas) y otro en tercera, omnisciente, y desde varios puntos de vista, narrando varias historias a la vez. Muy interesante y bien llevado.