Ser tolerante consiste en una actitud de positiva colaboración con el otro, de búsqueda en común de la verdad.
En el polo opuesto se mueve el manipulador, con su voluntad a ultranza de vencer sin convencer, de reducir a los demás a medios para sus fines. Manipular es el antónimo de ser tolerante.
Conocer la capacidad constructiva de la tolerancia y el poder destructivo de la manipulación es indispensable para la convivencia.
Si queremos lograr una forma de unidad valiosa con las personas y los pueblos, debemos clarificar el concepto de tolerancia y descubrir su carácter eminentemente positivo y enriquecedor de la personalidad humana..
Este ensayo aporta claves interesantes para esa clarificación.
Comentarios
Desde un punto de vista personalista, el autor a lo largo del libro va desgranando como la manipulación supone una rebaja de rango, y explica quien, para y sobre todo como se manipula, lo que resulta muy útil para estar al loro. Cita una frase de Gramsci, que me ha resultado muy esclarecedora, ”cuando se consigue introducir una nueva concepción moral conforme a una nueva concepción del mundo, se termina por introducir también esta concepción, es decir, se determina una reforma filosófica total”. En uno de los últimos capítulos habla de los valores de unidad y cambio, con unos esquemas comparativos muy interesantes, de las consecuencias que la adopción de uno y otro producen en vida de las personas. Un libro muy recomendable, porque la libertad es estupenda pero hay que currársela.