Los caminos de la luna

Es un libro de evocación y poesía, que narra la vida ordinaria: el abuelo cuenta la suya y cómo en ella no ha cabido nunca el aburrimiento. Sabía sacar partido de las cosas sencillas de cada día. La narración se desarrolla en un pueblo costero, cercano a la montaña. Hay calidez en las relaciones entre los personajes, que se quieren.
Esta edición está anotada por Raquel López. La narración de cada "Cuaderno" en vez de "capítulos"en que se divide el libro, comienzan con una cita de alguna obra clásica de Literatura Infantil y Juvenil, o mencionando algún personaje, cuya identidad se aclara en la Notas al final del libro. Esta "ampliación" de la obra en sí enriquece el conocimiento de la Literatura Infantil y Juvenil.
Por otra parte, esta edición, muy bien ilustrada por Alicia Cañas con bellos dibujos realizados con grafito, en negro y negro, cuida que los recuerdos del abuelo aparezcan en letra normal, mientras en letra "bastardilla" es el presente. El vocabulario es rico y puede presentar alguna dificultad por el modo de expresarse y por utilizar vocablos menos usuales entre el público al que va dirigido (por ejemplo: "cuando media mayo"; "anda a recordarse niño"; "con un anaco de pan"; "comiéndose el vivo de tu abrigo"; "se había ido a no ir..."; "cunca"...).