Los cementerios civiles y la heterodoxia española

Me ha parecido un magnífico ensayo, que desde hacía años era imposible encontrar. Como siempre, D. José ha tratado de ser cuidadoso a la hora de acercarse al tema de la libertad de conciencia y al modo cómo ésta se manifiesta en los actos más significativos de la vida. De la contienda por las competencias del adiós a los muertos entre el poder civil y eclesiástico, es hermosa la conclusión del capítulo 12:

"En esta feroz lucha político-religiosa que se acaba de reseñar, las páginas realmente más importantes son las que no pueden conocerse. es decir, aquellas en las que el espíritu evangélico de muchos curas y sus deseos de paz civil y sentido de tolerancia de muchas autoridades civiles pasaron por encima de la letra del derecho canónico y de leyes y decretos, y permitieron a muchas gentes una muerte pacífica y un pacífico descanso en el camposanto o en el corralillo. Aunque como en estos casos no hubo conflicto, no queda documentación, pero sí piadosa y civilizada memoria de las gentes, y un rastro de paz".

Una idea de la marginación que suponía ser enterrado en el cementerio civil (y el consecuente señalamiento sufrido por los miembros de la familia del finado) , a veces un trozo de campo sin ni siquiera señalar, era la denominación común de "corralillo".

Me parece una obra que ayuda a descubrir que la tolerancia y el respeto son virtudes fundamentales que precisan de un esfuerzo constante de educación.