Matilda es una chica sensible y brillante, a la que sus padres no prestan atención. Se convierte en una gran lectora desde muy pequeña: ¨Los libros la transportaban a nuevos mundos y le mostraban personajes extraordinarios que vivían unas vidas excitantes¨. En un momeno crítico descubre que tiene ciertos poderes mágicos con los que ajustar cuentas con su odiosa profesora y sus repelentes padres.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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1989 |
230 |
Traducción de Pedro Barbadillo |
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2015 | Alfaguara-Santillana |
248 |
978-84-204-828 |
Comentarios
Este es un álbum lleno de encanto y poesía. La propia autora es la que habla de su abuelo como el mejor.
Cada hoja comienza con la frase Mi abuelo Simón con la que va describiendo las distintas acciones cotidianas del mismo; acciones sin importancia que, a la vista del niño, recobran todo su valor.
Este libro es puro lirismo; está escrito con una narrativa poética que sugiere continuamente imágenes tiernas de la relación de la autora con su abuelo.Posee un vocabulario rico y asequible para los lectores. Cuenta sin decirlo expresamente los problemas de la edad convirtiéndolos en acciones entrañables. No solamente se repite la primera frase sino algunas otras con las que su autora quiere remarcar la acción.
El libro está hecho de diálogos muy cortos entre el abuelo y la nieta y algunos fragmentos en los que esta explica y fundamenta las acciones del abuelo.
Comentario a la Ilustración Mª Lourdes Castro
Se atiende por igual al texto y a las imágenes; está muy bien maquetado respetando la integridad de la ilustración. El texto se distribuye de forma alterna en páginas en blanco o sobre la propia imagen; los párrafos están integrados con el conjunto y juegan un papel incluso ilustrativo en la propia página.
Las ilustraciones son figurativas y de carácter realista. Son reproducciones de pintura, no son dibujos; trata las figuras con suma delicadeza y la visión de las escenas resulta apacible y amable; todas ellas rezuman poesía al igual que el contenido del texto.
Escoger una técnica pictórica –no de dibujo– para la ilustración es una forma directa de introducir al niño en la pintura con la que se consigue educar los valores estéticos.
Quizá habría que objetar que los colores son algo apagados para un niño pequeño, sin grandes contrastes aunque refleja a la perfección la escena que trata de narrar.
Desde el punto de vista del adulto sí podemos decir que es un prodigio de ilustración no en vano ha sido premiada con el VII Premio de Iustración Ciudad de Alicante 2007.
Es uno de los grandes libros de este autor, universalmente reconocido. Por él recibió el premio de los libreros de libros infantiles.
Esta historia bien se podría decir que es una recreación de los cuentos clásicos donde la protagonista es el personaje despreciado por los suyos como Cenicienta o Blancanieves. Una bruja malvada podría ser la directora del
colegio o sus propios padres y el hada madrina sería la joven profesora que sabe encontrar el talento de Matilda y le ayuda a desarrollarlo además de darle el cariño que no le dan los suyos.
Resumen:
Matilda es una niña de 6 años, muy lista, vive en casa de sus padres con su hermano, una familia peculiar y que no tratan a Matilda como se merece. La vida de ésta cambiará cuando se da cuenta de que posee grandes poderes y que es capaz de mover las cosas cuando se concentra de una manera especial. Las aventuras de Matilda comienzan cuando entra a estudiar en el nuevo colegio, se topa con la “odiosa” directora y con la maravillosa profesora que la acompañará en todas sus hazañas.
Valores
En este libro se nos muestra la humildad como un gran valor. Matilda es una niña con grandes poderes, pero a pesar de ello, no hace alarde de su don, es más, utiliza sus dones para ayudar a los demás, y para complacer a los que tiene a su alrededor.
La amistad también ocupa un lugar muy importante en este libro. A lo largo de todo el relato, se habla de los lazos de amistad que Matilda tiene con sus compañeros, del respeto que muestra hacia ellos, y de su disponibilidad.
La sinceridad. Es difícil vivir con un secreto como el que posee Matilda, pero en el libro podemos ver cómo en el momento en que Matilda es sincera, desvela sus secretos y los comparte con aquellos a los que quiere, todo es más fácil.
Actividades lúdicas
¿Qué poderes tengo?
Cada alumno tendrá que pensar para el día siguiente un poder sobrenatural. En clase, deberán explicar en qué consiste su poder, para qué sirve y cómo pueden ayudar a los demás con ese poder (en la medida de lo posible, se procurará que no repitan los mismos poderes). Después se pueden hacer grupos de cinco alumnos, que deben interpretar una pequeña historia. En ella, cada uno tendrá el poder que eligió y veremos cómo transcurre el relato con los poderes de cada niño mezclados y completados con los de sus compañeros.
Mª Carmen González Alonso
Es uno de los libros más reeditados. Está muy bien escrito al igual que casi todos los de Roald Dadl, con abundantes diálogos. Matilda es una niña superdotada paro sus padres no la entienden. hay que destacar el trato poco amble de los padres de la niña. Se puede decir que es una incomprendida por su actitud fruto de su talento. realmente parecen padres desnaturalizados. Parece exagerada la crítica de la autora hacia la figura de los mismos. Puede que resulte un libro triste para los lectores dada la falta de atención hacia la pequeña. En el libro se ve reflejada la incomprensión hacia niños "diferentes". (Toñi Hueso)
“Leemos para saber que no estamos solos”. Matilda podría haber sido una alumna aventajada de C.S. Lewis. Es una niña especial, única. Descubre muy pequeña que su familia no es normal, que sus padres no la tratan como a una persona, sino como a una cosa, y más adelante, se sentirá llamada a la verdad, a la justicia y a la belleza. Su familia se reune a cenar, cada cual pertrechado con su bandeja de comida basura, ante el televisor, a oscuras, para atontar sus conciencias con concursos estúpidos y denigrantes. Ante la realidad que se le impone como inevitable, no se amilana, sino que le planta cara y decide salir de la caverna: a pesar de las dificultades, es fiel a sus convicciones. Sin dejarse vencer por el derrotismo, en su convencimiento de que ella es distinta, hace dos descubrimientos formidables: la fantasía y la literatura. La fantasía no la hace una niña ilusa, sino que, gracias a ella, imagina un mundo alegre y esperanzado. La realidad que le rodea no es más que apariencia, una cacofonía del mundo real. Matilda huye sigilosamente del juego de sombras -en el que su familia se zambuye para perderse todas las noches-. Matilda hace un gesto revolucionario en esa casa: coge un libro entre sus manos y se abre a la luz que emana de sus historias. Sigamos el Protágoras de Platón. Más allá de la cosmética -representada por su madre, reina de la apariencia hueca-, Matilda descubrirá la estética, representada por el mundo de su maestra: una simple cinta roja en el pelo simboliza la verdadera belleza. Más allá de la sofística -representada por su padre, rey de la demagogia y del engaño- Matilda descubre la filosofía, la sabiduría y la verdad, unidas a la justicia, representadas en el padre fallecido de la maestra. Sí, su maestra se convertirá en algo más: el encuentro personal entre ambas, mutuo descubrimiento de dos personas que gustan de las cosas bellas y buenas, y que defienden el amor y la justica, cambiará radicalmente sus vidas. Este libro no sólo es una invitación explícita a la lectura, sino un verdadero alegato en defensa de la familia.