Me queda Madrid

Talento... talento narrativo. Este autor, si no se descuida, dará que hablar. Lástima que se encasille en el género juvenil. Yo le aconsejaría escribir Literatura sin adjetivos.
El manejo del registro coloquial, la caracterización directa e indirecta de los personajes, el mensaje esperanzador a la par que realista, la presencia -bien tratada, sin afectación- del dolor... es un texto que se lee a gusto de un tirón. Recomendable para profesores, para padres, para todo el que esté vinculado de una u otra forma al mundo de la educación.

Obra dirigida a jóvenes lectores, la idea de partida es atrayente: como las decisiones personales pueden conducirte a ser excelente o denigrarte, lo difícil que es ser coherente sin apoyos externos y lo poco preparados que están algunos jóvenes para afrontar la vida, con toda su crudeza.
Sin embargo creo que, en su intento de ser realista, se pierde en lo sódido y marginal de los ambientes que expone y puede resultar un poco agobiante en algunos momentos.
Con todo es un obra diferente e interesante que te hace ver a lo que se puede llegar cediendo a la presión ambiental, cuando no se tiene el valor de luchar por lo que se cree o de pedir ayuda y cuando el modo habitual de enfrentarse a los problemas es la huida.
También transmite la esperanza de que el hombre puede solucionar cualquier problema ,incluso sus propios errores. cuando se deja ayudar y cuenta con amigos.