Teresa cuenta en un diario íntimo, en un lenguaje íntimo, con una escritura blanca y transparente, la vida sentimental, anímica, sensible de las criollas, a principios de siglo XX, sin intención sociológica, política o psicológica. Su admirable dominio estilístico reposa en la sencillez, la eficacia de contar, la fidelidad al habla y a los sentimientos...
Narración de sucesos interiores cuya importancia no pasa de lo subjetivo. Pero esa misma distancia concede a las narraciones de Teresa de la Parra su universalidad y transparencia global. Nunca el árbol ciega la visión del bosque. Y el bosque es, simplemente, la vida, el vivir, el estar viviendo.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2000 | Cooperación Editorial |
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Lleva un buen estudio introductorio de Javier de Navascués, experto en Literatura hispanoamericana. |
Comentarios
Es un texto amable, limpio, nostálgico y entrañable, que no deberían desconocer los amantes de la literatura hispanoamericana.
No es una obra mayor, pero la suelta prosa ya justifica su lectura.