Teresa cuenta en un diario íntimo, en un lenguaje íntimo, con una escritura blanca y transparente, la vida sentimental, anímica, sensible de las criollas, a principios de siglo XX, sin intención sociológica, política o psicológica. Su admirable dominio estilístico reposa en la sencillez, la eficacia de contar, la fidelidad al habla y a los sentimientos...