El poeta indio Rabindranath Tagore (1861-1941) redactó estos recuerdos en 1912, un año antes de recibir el Premio Nobel. Advierte que no se trata de una autobiografía, sino de “cuadros de la memoria”, que tienen su inicio en la infancia.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2008 | Ediciones del Viento |
224 |
978-84-96964-18-1 |
Lleva por título Mis recuerdos, en vez de Recuerdos. Título inglés original: Recollections. |
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La India de Tagore era un compendio de culturas: los libros sagrados del hinduismo son simultáneamente la fuente de su literatura y su religión; redactados en sánscrito con influencia del antiguo idioma persa. La potencia colonial era el Reino Unido a donde los indios acomodados, también Rabindranath, iban a formarse. Por último el poeta había nacido en Calcuta, capital de la inmensa Bengala, en la que el idioma predominante era el bengalí. En la juventud de Rabindranath se produce un movimiento cultural y literario a favor de esta lengua. Tagore destacó en la composición de canciones basadas en la música popular india con un contenido intensamente poético. En sus recuerdos trata de averiguar si la poesía sale del corazón o, por el contrario, es la naturaleza quien invade al poeta. Su poesía ha sido calificada como panteísta, ya que Tagore ve a Dios en la naturaleza. En el texto “Anochecer en julio”, que cierra los recuerdos, el autor dialoga con Dios que le habla a través de la lluvia. Una flor le susurra: “Aquí estoy. Él me envía. Soy la mensajera del Hermoso, de Aquel cuya alma es el Paraíso del amor. Él no te ha olvidado y ahora te salvará. Te llevara hacia Él y te hará de Él”.