Muerte en la clínica privada

Una nueva novela de una de las maestras de la intriga. Su personaje central es el conocido Comandante. No solo nos encontramos con un relato bien estructurado sino también llevado con cierta lógica -dentro de la lógica de las novelas en las que hay asesinatos- y sobre todo con una intriga bien administrada.
La sucesión de acontecimientos está muy bien dosificada y no es fácil descubrir a priori quién es el asesino. Un tema de mucho interés es el de las pruebas circunstanciales, ya que aunque el investigador y su equipo tienen, en un momento dado, la seguridad de quién es el culpable, su opinión no se podría mantener en un juicio al no tener pruebas absolutamente ciertas. Es un nueva manifestación de la pobreza e inconsistencia de la justicia humana
Me ha llamado la atención que, en esta ocasión, hay un interés en varios momentos en mostrar la acción homosexual como algo absolutamente normal y reconocido por todos. En este sentido, creo que la autora se deja llevar por lo que ahora vende, por lo que está bien visto defender.
La novela hace pasar un buen rato y está bien escrita. Los amantes del género se verán recompensados por su lectura