Las memorias del autor, nacido en Estambul y afincado en Inglaterra, forman un interesante relato testimonial de la violenta crisis sufrida por Turquía a raíz de su derrota en la guerra y la caída del imperio otomano. El tono directo y realista del estilo le presta viveza y verosimilitud, sin perder por ello una grata discreción en cuestiones de carácter íntimo. La acción, ágil y variada, demuestra unas dotes naturales de narrador muy notables.
Comentarios
Voy por la mitad del libro...
Este niño que fue Irfan Orfa, me ha robado el corazón... No me cabe en la cabeza que hace ya 36 años que murió siendo un anciano... Para mí, este niño está vivo, acaba de salir del internado, donde ha pasado tanta hambre durante dos largos años... Si ahora yo fuese a Estambul, le vería por cualquiera de sus calles... Este niño necesita el abrazo de su madre, yo quiero abrazar y hacer reir a este niño... Pero la narración de su infancia me está poniendo tan triste... que no sé si voy a poder sonreir después de hacer mío todo el dolor que él vivió...
Ni Gabino Ledda, contando su infancia en "Padre Padrone", ni Frank Mc Court contando la suya en "Las Cenizas de Angela" pueden compararse a esta narración en realismo, belleza y dramatismo.
¡Cuánto se pierden los que ven la T.V. y no leen buenos libros como éste!
Aunque nos acerca a un ambiente cultural distinto, se observa la universalidad del corazón humano, al amor a la familia y la solidaridad junto a la búsqueda del bien. Me ha gustado mucho. Me ha servido para conocer una cultura para mi desconocida, un ambiente totalmente distinto. Es como viajar por un país que debe ser maravilloso. Creo que se aprende mucho leyendo este libro.
Nos encontramos ante un relato encantador, de una historia entrañable que nos sitúa en una geografía desconocida para la mayoría de los europeos por más que ahora Turquía aspire a unirse a Europa. Una costumbres propias de un país islámico; una familia musulmana en la que se pasa por diversos grados de práctica religiosa. Una época, las de las guerras europeas, que nos resultan totalmente desconocidas desde esa perspectiva de países para nosotros lejanos. Guerras contadas desde la óptica de las familias que quedan, hambrientas, esperando a los hombres que se fueron a combatir y que nunca vuelven. Relatos en torno a una madre. Una mezcla de ingredientes que no decepciona a nadie. No hay forma de dejar su lectura una vez empezado. Y queda como el deseo de viajar, si se pudiera, a ese país tan primorosamente descrito. Recomiendo vivamente su lectura. Lo único malo, no encontrar otro libro similar para seguir leyendo algo del estilo.