La desnudez, el delicado intimismo, equilibrio entre pasión e inteligencia; el predominio de sugerencias, la recreación de vivencias cotidianas tras la sedimentación, hacen de Bécquer el poeta más intemporal de todo el siglo XIX español y explican su influencia decisiva en numerosos poetas posteriores. La edición de las Rimas en Alianza, a cargo de Jesús Rubio Jiménez, además de ofrecer una iluminadora introducción y un completo y optativo análisis de cada uno de los textos, mantiene su ordenación temática tradicional: después de la reflexión sobre el fenómeno espiritual de la creación poética viene el desarrollo de una historia de amor entre el yo del autor y un tú de identidad compleja, que va desde una etapa feliz y esperanzada hasta la soledad, desengaño, interrogaciones sobre el origen y destino del ser humano, sufrimiento, desesperación y la angustia ante la amenaza de la muerte.
Bécquer es un gran poeta pero su poesía, para mí, es como una pastelería: un sentimentalismo edulcorado que enseguida me produce hartazgo. Cuando hablo de Bécquer con la gente joven compruebo en ellos una extraordinaria resistencia a compartir esta opinión. Esto me lleva a confirmar que no debo incluirme entre la gente joven y me lleva a recomendar a Bécquer como una forma atractiva de acercarse a la poesía. También es un escritor muy interesante porque influye fortísimamente en la poesía española del siglo XX.
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La desnudez, el delicado intimismo, equilibrio entre pasión e inteligencia; el predominio de sugerencias, la recreación de vivencias cotidianas tras la sedimentación, hacen de Bécquer el poeta más intemporal de todo el siglo XIX español y explican su influencia decisiva en numerosos poetas posteriores. La edición de las Rimas en Alianza, a cargo de Jesús Rubio Jiménez, además de ofrecer una iluminadora introducción y un completo y optativo análisis de cada uno de los textos, mantiene su ordenación temática tradicional: después de la reflexión sobre el fenómeno espiritual de la creación poética viene el desarrollo de una historia de amor entre el yo del autor y un tú de identidad compleja, que va desde una etapa feliz y esperanzada hasta la soledad, desengaño, interrogaciones sobre el origen y destino del ser humano, sufrimiento, desesperación y la angustia ante la amenaza de la muerte.
Bécquer es un gran poeta pero su poesía, para mí, es como una pastelería: un sentimentalismo edulcorado que enseguida me produce hartazgo. Cuando hablo de Bécquer con la gente joven compruebo en ellos una extraordinaria resistencia a compartir esta opinión. Esto me lleva a confirmar que no debo incluirme entre la gente joven y me lleva a recomendar a Bécquer como una forma atractiva de acercarse a la poesía. También es un escritor muy interesante porque influye fortísimamente en la poesía española del siglo XX.