El 15 de noviembre de 1959, en un pueblecito de Kansas, los cuatro miembros de la familia Clutter fueron salvajemente asesinados en su casa. Los crímenes eran, aparentemente, inmotivados, y no se encontraron claves que permitieran identificar a los asesinos. Cinco años después, Dick Hickcock y Perry Smith fueron ahorcados como culpables de las muertes.
Seis años costó al autor de estas páginas reconstruir paso a paso uno de los más tremendos crímenes del siglo XX: el asesinato del granjero Clutter, de Kansas, con su mujer y sus dos hijos. Más que una novela policíaca, como por el título y la temática podría parecer, es una novela psicológica, un estudio penetrante de las lacras de la sociedad americana y un retrato vivísimo de la idiosincrasia de los asesinos.
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El 15 de noviembre de 1959, en mitad de la noche, dos ex convictos llamados Perry Smith y Richard Hickock se dirigen a una granja aislada en el estado norteamericano de Kansas. Van con la intención de robar. Ambos han salido recientemente de prisión donde purgaban delitos menores. En la granja de los Clutter esperan encontrar al menos diez mil dólares con los que pasar a Méjico y llevar allí una vida cómoda. No quieren volver a los Estados Unidos y sobre todo no quieren volver a la prisión. La consigna es no dejar testigos. Asesinan a los cuatro miembros de la familia sólo para descubrir que en la casa apenas hay dinero, sólo unos cien dólares. El crimen cometido en un lugar remoto y sin motivo aparente impactó a la opinión pública americana; también al periodista y escritor Truman Capote que se desplazó a Holcomb para cubrir la información. El resultado de su investigación se publicó en 1966, bajo el título de "A sangre fría", y contempla el crimen, la huída, la investigación policial y detención de los dos asesinos, el juicio y la ejecución. La obra alcanzó un gran éxito y fue llevada a la pantalla. En ella destacan tres elementos: el estilo periodístico, la curiosidad insaciable del autor que le lleva a reconstruir los hechos con todo detalle y la penetración psicológica de la que hace gala en el retrato de todos los personajes, pero sobre todo de Perry y Dick. Todo ello integrará un relato perfectamente proporcionado y más interesante que si se tratase de una obra de ficción. "A sangre fría" es útil para plantearse la aplicación de la pena de muerte ya que ambos criminales tenían una personalidad limitada: Perry por haber tenido una infancia terrible y Dick por la vida torcida que había llevado. No obstante el fiscal sabe que si solicita para ellos la pena de cadena perpetua antes o después ambos saldrán de prisión "bajo palabra" -con el riesgo que ello conlleva- ya que así lo establecen las leyes de Texas. Capote se involucró intensamente en su escritura y calificó la obra como "novela de no ficción"; también se la ha denominado "novela periodística" por utilizar ese estilo y atenerse a los hechos reales.
A partir de los hechos, y tras realizar largas y minuciosas investigaciones con los protagonistas reales de la historia, Truman Capote dio un vuelco a su carrera de narrador y escribió "A sangre fría", la novela que le consagró definitivamente como uno de los grandes de la literatura norteamericana del siglo XX. Capote sigue paso a paso la vida del pequeño pueblecito, esboza retratos de los que serían víctimas de una muerte tan espantosa como insospechada, acompaña a la policía en las pesquisas que condujeron al descubrimiento y detención de Hickcock y Smith y, sobre todo, se concentra en los dos criminales psicópatas hasta construir dos personajes perfectamente perfilados, a los que el lector llegará a conocer íntimamente. "A sangre fría", que fue bautizada, pionera y provocativamente, por Capote como una «non fiction novel», es un libro estremecedor que, desde la fecha misma de su publicación, se convirtió en un clásico.