Este libro se centra en el sacramento de la confesión. Cuanto más la necesitamos, menos parecemos desearla. Sin embargo, Jesús comparte su infinita misericordia a través de su Iglesia en el sacramento de la confesión, que es clave para nuestro crecimiento espiritual. A través de la confesión, empezamos a curarnos. Empezamos a enderezar nuestra historia. Empezamos a conocer la paz.
La confesión nos protege de vivir engañados sobre el mundo, sobre nuestro lugar en él, y sobre la historia de nuestras vidas. Es el modo habitual en que los creyentes llegamos a un conocimiento más profundo de cómo somos en realidad: es decir, de cómo Dios nos ve. Saca a la luz los oscuros rincones de nuestra alma para que nos veamos ante la mirada de Dios.
Comentarios
Sigue con la claridad de ideas, el desparpajo y la frescura que le caracteriza. Dos aspectos me han parecido sensacionales: en primer lugar lo convincente que resulta para los reticentes a la confesión; en segundo los argumentos que dá a los católicos para hacer su propio apostolado de la confesión, que nunca se me hubiesen ocurrido, para desmontar los tópicos acerca de este sacramento.