Un encuentro tardío con el enemigo

Flannery O’Connor no llegó a cumplir los 40 años. Murió de una extraña enfermedad sanguínea degenerativa, heredada de su padre. Por ello, desde los 30 años estuvo pegada a una silla de ruedas y sintió esa urgencia por comunicar su vida a través de la escritura, que practicó metódica e incansablemente desde su más temprana juventud.

Al leer este conjunto de relatos que se publica ahora en Encuentro constatamos que su vida no se perdió. Su obra es el reflejo evidente de que la realidad, con toda su dureza, está hilvanada por una misericordia que permite que ésta sea un drama y no una tragedia.

La dificultad que surge al paso del enfermo, del pobre, del marginado, en su obra aparece transfigurada en posibilidad. Lo humano no es aplastado por la circunstancia sino llamado a pronunciarse libremente.

En cada una de estas pequeñas joyas que son sus relatos aparece constantemente la realidad como originada por una mano misteriosa y misericordiosa. En toda miseria, pobreza, racismo, o injusticia del mundo sureño y faulkneriano que la rodea, O’Connor descubre un motivo para amar a sus personajes, para hacer brillar su conmiseración ante los habitantes de ese rudo mundo provinciano del "cinturón bíblico", que hizo ganar las últimas elecciones a George Bush.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2006 Encuentro
340

Traducción: Gretchen Dobrott.

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Comentarios

Imagen de Pilarica

Una autora a tener en cuenta. No me suelen gustar los relatos cortos o cuentos, sin embargo con estos he disfrutado. Buena literatura, mucho arte para contar y meterte en la historia y los personajes. Me ha gustado mucho el prólogo-coloquio para comprender mejor a la autora y la selección de cuentos de esta edición. Leeré mas obras de O`Connor.