Una extraña confesión

Un juez que en su juventud estuvo destinado en una remota provincia rusa entrega a un editor una novela sobre un crimen pasional, narrada en primera persona. En el libro se descubre la identidad del asesino, pero al editor no le encajan las piezas. Poco a poco, mediante el análisis del texto, va averiguando por él mismo que el crimen sigue impune, que la persona que acabó siendo condenada es inocente y que los hechos no ocurrieron tal y como los cuenta el autor del relato. Llevada al cine en 1944 por Douglas Sirk, con George Sanders y Linda Darnell como protagonistas, Una extraña confesión es la primera novela larga publicada por Antón Chéjov y la única policíaca que escribió el gran autor ruso. Un paseo por el amor y la muerte, ambientado en la Rusia rural, que mantiene la intriga hasta la última página.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2013 Reino de Cordelia
302
978-84-15973-00
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
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Comentarios

Imagen de acabrero

Es la primera novela larga que escribió Chéjov y la única policíaca. El planteamiento que hace es ingenioso. El ambiente de aristocracia rural rusa, con un conde que pasa temporadas en sus tierras, muy propio de otras novelas rusas, es el marco. Pero en ese encuadre típico surgen dos personajes bastante inmorales, burdos, borrachos y mujeriegos, que son el juez instructor y el propio conde. Como es de suponer, el resto del personal, criados, administradores, etcétera, tampoco son un dechado de virtudes, pero hay excepciones.

La novela está bien planteada, situando en un principio al lector en ese ambiente bastante putrefacto, con personajes como Olga, a la altura del resto o Nadia, que parece persona más recta. Va poco a poco preparando la intriga y el lector, en todo momento, se siente atraído por el transcurrir de los acontecimientos. Aparentemente previsible, pero el autor se guarda siempre una carta.

Imagen de cattus

Coincido con el comentario de Quico Crosas, es una buena novela.

Imagen de fcrosas

Interesantísimo "experimento" del joven Chejov, con un género que, hasta donde sé, no volvió a frecuentar: la novela detectivesca.

Aunque la imprescindible intriga ocupa una parte relativamente pequeña de la novela, está bien ideada. No obstane, considero que se trata de una novela psicológica muy lograda, en cuyos personajes brilla lo mejor y, sobre todo, lo peor del alma rusa. 

Es amena, no defrauda.